Detenido O. J. Simpson por un presunto robo en Las Vegas
El ex deportista, implicado en el atraco a un coleccionista de trofeos
O. J. Simpson fue detenido ayer en relación con el presunto robo a mano armada de recuerdos deportivos en un hotel de Las Vegas (EE UU), según informó la policía de la ciudad. La antigua estrella de fútbol americano era conducido a un coche policial poco después de las 11 de la mañana, y anoche permanecía en una comisaría, según declaró el capitán James Dillon. "Ha sido muy cooperativo, no ha habido ningún problema", anunció Dillon. Simpson fue absuelto en 1995 del doble homicidio de su ex esposa y su amante.
A sus 60 años, O. J. Simpson sigue ocupando titulares y podría afrontar entre dos y cinco años de cárcel si alguno de los cargos resultara probado: robo con arma de fuego y conspiración para cometer un asalto. Todo comenzó el jueves pasado, cuando saltaba la noticia de que Simpson, junto a varios hombres, había entrado por la fuerza a la habitación de un hotel de Las Vegas de un comerciante de objetos pertenecientes a personajes famosos. Una vez dentro, habrían encañonado al comerciante mientras se llevaban objetos que alguna vez fueron propiedad de Simpson y otras estrellas del deporte. Según el periódico The Las Vegas Review-Journal, la policía detuvo ayer a otro hombre que estaba con Simpson en el momento del incidente.
El ex deportista negro y actor ocasional declaró que tanto él como otras personas que lo acompañaban acudieron al Hotel Palace Station el pasado jueves para recoger artículos que le pertenecían, entre ellos su certificado de pertenecer al Hall of Fame y una fotografía del jugador junto a J. Edgar Hoover. Le dijo a las fuerzas policiales que no había habido armas involucradas. Sin embargo, los agentes indicaron que sí se incautaron dos armas de fuego y otras evidencias en una residencia privada el domingo en la mañana. Walter Alexander, de 46 años, quien reside en Arizona, fue arrestado el sábado por la noche bajo cargos similares a los de Simpson: robo con arma letal, dos cargos de agresión con arma, asociación delictiva para cometer un robo y robo en propiedad ajena con un arma.
Simpson declaró a la agencia Associated Press que en su momento no llamó a la policía para recuperar esos objetos porque no confía en los agentes de seguridad después de que fuera acusado de los asesinatos de su ex esposa, Nicole Brown, y un amigo de ésta, Ron Goldman, en 1994. "La policía, desde mi problema, no me ayuda", dijo, haciendo hincapié en que cada vez que busca ayuda en las fuerzas del orden se genera "otra historia sobre O. J. Simpson".
La antigua estrella sigue viviendo para muchos bajo la sombra de la duda tras el asesinato de su mujer hace más de una década. Lo sucedido en Las Vegas llega nada más salir a la venta el libro If I did It: Confesión of the Killer (Si yo lo hubiera hecho: confesión del asesino), escrito con la cercana colaboración y supervisión del ex deportista. El libro incluye un capítulo en el que Simpson ofrece un relato hipotético de cómo habría asesinado a su ex esposa y a su amigo.
Simpson fue absuelto de estos asesinatos en 1995 en un juicio criminal en Los Ángeles, que dividió a la sociedad estadounidense entre quienes creían al deportista y quienes consideraban que era un asesino que se libraba por tener la defensa del mejor abogado. Su absolución llegaba poco después de los disturbios provocados en Los Ángeles por el apaleamiento por policías blancos del joven negro Rodney King. Ayer, Denise Brown, hermana de la ex mujer blanca de Simpson, decía: "Sería irónico que fuera a la cárcel por robo después de haberse librado de dos asesinatos". Simpson fue declarado responsable de las muertes en una demanda civil, por lo que se le impuso el pago de 33,5 millones de dólares por daños y perjuicios.
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