"En el 2020 será habitual ver coches de hidrógeno en la calle"
Ante la escasez, el encarecimiento y la contaminación que genera el uso del petróleo como fuente de energía, el hidrógeno se presenta como la alternativa del futuro. Thomas Jordan es el coordinador del proyecto europeo HySafe, una red de investigación en la que 25 centros tecnológicos, de investigación y universitarios estudian cómo introducir de manera segura las aplicaciones y las tecnologías basadas en el hidrógeno. Jordan (1963, Múnich), ingeniero mecánico y miembro del Institute for Nuclear and Energy Technologies (IKET), ha intervenido esta semana en la Segunda Conferencia Internacional sobre la Seguridad del Hidrógeno, organizada en el palacio de Miramar de San Sebastián por el centro tecnológico vasco Inasmet-Tecnalia.
"Para introducirlos se necesita impulso político, actuando sobre los precios y los impuestos"
Pregunta. ¿Cuándo estará generalizado el uso de los coches de hidrógeno?
Respuesta. Los planes de implantación que impulsa la Comisión Europea señalan a 2020. No es que todos los coches vayan a funcionar con pilas de combustible, pero sí que será frecuente ver coches de hidrógeno por las calles de San Sebastián, por ejemplo.
P. ¿Serán sólo de hidrógeno o híbridos con gasolina?
R. En las industrias más modernas, como la alemana, hay una marcada tendencia a desarrollar coches híbridos. Un buen ejemplo es el Toyota Prius, un automóvil ya comercializado que combina un motor de gasolina con otro eléctrico, lo que le convierte en más eficiente y menos contaminante que un coche tradicional. Experiencias como ésa hacen intuir que los coches de híbridos de hidrógeno y gasolina conformarán una solución transitoria hasta la implantación de los automóviles propulsados sólo por pilas de combustible de hidrógeno.
P. ¿Serán estos coches mucho más caros?
R. Depende de factores comerciales y políticos. Creo que para el 2020 los precios serán competitivos. Tendrán que serlo para que resulten atractivos, porque la mayoría de la gente mira el precio y sólo un pequeño grupo de personas fascinadas por la nueva tecnología aceptarán pagar el doble. Para comercializar estos coches será imprescindible contar con un fuerte apoyo político, actuando sobre los precios y los impuestos.
P. ¿Qué otras aplicaciones de esta fuente de energía se están estudiando?
R. Las pilas de combustible de hidrógeno también remplazarán la electricidad en los hogares. Su principal ventaja es que se pueden utilizar de manera aislada, sin depender de instalaciones eléctricas, así que serán útiles para casas que se encuentren en zonas de difícil acceso. Existen prototipos, y creo que en el 2020 ya se comercializarán, aunque todo depende de lo que avancemos en cuanto a eficiencia y costes. Los medios de transporte en general resultan un sector atractivo para implantar el uso del hidrógeno. Se tenderá a introducirlo tanto en aviones como en barcos y trenes. Toda aplicación que provoque un impacto medioambiental por el uso de fuel es un escenario perfecto para aplicar la tecnología del hidrógeno.
P. Además contaminar menos, ¿qué otras ventajas tiene?
R. El hidrógeno puede actuar como almacén de energía. Una fuente de energía renovable que no vaya a ser utilizada por falta de demanda puede aprovecharse para producir hidrógeno. De esa manera, en vez de derrochar la energía, se almacena en forma de hidrógeno. Y cuando sea necesario su uso, se obtendrá a través de una pila de combustible.
P. La seguridad es el tema central de la conferencia. ¿Es el almacenamiento la fase que más obstáculos presenta?
R. La seguridad afecta a toda la cadena, a toda la vida del hidrógeno: su producción, obtención, transporte, almacenamiento... Hay que mejorar el proceso de almacenamiento, pero el resto de etapas también tienen aspectos en los que avanzar. El proyecto HySafe se ocupa de todo ello, concibe la seguridad como un elemento transversal. No creo que nos tengamos que enfrentar a ningún gran obstáculo.
P. ¿Se ha conseguido ya obtener hidrógeno sin combustión?
R. Ahora se obtiene a través de la combustión de gas natural, un proceso que no es sostenible. Pero en el futuro se aspira a utilizar la electrolisis del agua mediante energía eléctrica generada gracias a una fuente renovable. De esta manera, al no haber combustión, no se generen emisiones contaminantes, sino que los motores sólo desprenderán vapor de agua. Pero ese proceso es todavía muy caro. Apenas se ha experimentado en los países más avanzados, como Noruega.
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