Duran aplaza su candidatura para las generales como protesta por el discurso soberanista de Mas
"En política hay que saber con quién se va, a dónde y para qué", dice el democristiano
Josep Antoni Duran Lleida ha encontrado el gesto categórico para transmitirle a su socio de federación, Artur Mas, que no tolerará derivas soberanistas en Convergència i Unió. Duran, llamado a encabezar la lista de CiU a las elecciones generales, no piensa formalizar su candidatura hasta que Mas explique en qué consiste exactamente su plan para "refundar el catalanismo", una iniciativa que el democristiano considera fuera de lugar. La proclamación del dirigente democristiano como candidato debía iniciar ayer los trámites, pero se paralizaron con el beneplácito del Consejo Nacional de Unió. Duran explicó por qué: "En política hay que saber con quién se va y a dónde se va".
La proclamación de Duran como candidato, pues, no se producirá antes del 20 de noviembre, fecha en que Mas ha convocado una conferencia para explicar su idea de refundar el catalanismo. El aplazamiento es un gesto puramente formal, un golpe de efecto, que no debe afectar la dinámica electoral de la federación. Lo que pretende Unió es que sirva para hacerle entender a Convergència que las cosas no van bien. Hay enfado en las filas democristianas. Y no sólo por el hecho de que sectores de CDC cuestionen permanentemente la figura de Duran como candidato de la federación a las generales.
Un dirigente democristiano explicó ayer los otros motivos del aplazamiento. "No es de recibo que Josep Antoni Duran se enterara por la prensa del proyecto de Artur Mas de refundar el catalanismo". "Este debate no puede lanzarse a la brava a siete meses de unas generales a las que precisamente no concurre Mas, sino Duran", recordaron estas fuentes. Añadieron otro detalle: "Mas y Duran se reunieron en julio para firmar la paz hasta las elecciones; nada se dijo en aquella reunión de refundar el catalanismo; ¿a qué viene esto ahora?".
Como es habitual en las frecuentes disputas matrimoniales entre los dos partidos, nadie quiso aventurar hasta dónde puede llegar el enfado. Pero las mismas fuentes dieron a entender que la ruptura es posible: "Duran será candidato de Unió a las generales; esperamos que también lo sea de la federación CiU: pero si las condiciones lo impiden tomaremos una decisión".
Obviamente, Duran no utilizó palabras tan duras ante el Consejo Nacional de su partido, ayer. Pero no perdió ocasión para criticar, casi desprestigiar, las últimas ideas lanzadas por Mas. No podía ser más claro al hablar de la unidad de las fuerzas catalanistas que predica el presidente de CiU. Comparó el proceso que defiende Mas con lo que ya intentó el catalanismo de principios del siglo XX. "El proceso puede conducir a una Solidaritat Catalana o a una Acció Catalana" dijo. "Y las dos fracasaron", recordó.
Dicho eso, aseguró tener "muy claro" cuál es el proyecto de CiU para las próximas generales. Y pidió que, de la misma forma que no pretende "imponer" nada a sus socios de federación éstos tampoco lo intenten. En otras palabras, Duran exigió a Mas que no fuerce las cosas para integrar a Unió en su proyecto de convertir la federación en la "casa común del catalanismo". Unió no quiere estar en esta casa ni como invitada y, menos aún, si entre los huéspedes se hallan soberanistas o izquierdistas de cualquier tendencia.
Mas no corrigió para nada su discurso. En la escuela de verano de CDC, el jefe de la oposición en Cataluña insistió ayer en que su partido debe avanzar en la senda del "soberanismo". De la "soberanía compartida", concretó.
El matiz trajo sin cuidado a los dirigentes de Unió. De hecho, éstos ni participaron en el acto. Y eso que se trataba de un debate entre los líderes de los partidos que conforman Galeuscat, la coalición de formaciones nacionalistas que concurrieron juntos a las últimas elecciones europeas. Estaban Josu Jon Imaz, del Partido Nacionalista Vasco; Anxo Quintana, del Bloque Nacionalista Galego, y Artur Mas por Convergència Democràtica. ¿Y Unió? "Nadie nos ha invitado", aseguró un dirigente del partido.
En el mismo acto Mas llamó a las fuerzas nacionalistas a trabajar juntas para influir sobre el próximo Gobierno. Lo hizo la misma semana en que dos de las fuerzas que conforman Galeuscat -BNG Y PNV- libraron al presidente José Luis Rodríguez Zapatero de dar cuenta en el Congreso del caos de las infraestructuras.
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