Rincones mágicos
Habitualmente las salas de exposiciones pueden resultar muy anodinas. Son amplios locales donde comisarios y artistas construyen con su diseño y obra verdaderos templos de la cultura. Cada cual a su forma y manera va expresando su interpretación del universo que le rodea. En estos casos no existen condicionamientos especiales en la manera de hacer. No ocurre lo mismo cuando se trata de un espacio cargado de personalidad e incluso historia, donde la exposiciones deben adecuarse a lo ya existente. En estas circunstancias el esfuerzo suele resultar muy loable, siempre que lo exhibido guarde un alto grado de armonía con el recinto.
Estos valores podemos encontrarlos en el espacio del Palacio de Villasuso, en la plaza del Machete de Vitoria, donde se exhibe una coqueta exposición fotográfica. La presentan como Rincones Mágicos y es una acertada selección del concurso Argizaiola. Las imágenes son variadas en su contenido y estilo. Hay color, también blanco y negro, así como tratamiento informático o incluso algunos montajes. El conjunto resulta ameno de ver porque guarda también un criterio de calidad muy homogéneo. Además, el recorrido zigzagueante que ofrecen, entre esquinas y unos pocos escalones abiertos a la mirada del espectador, hacen más atractiva la visita.
La composición llamada Txixar, dos chicharros metidos en un pequeño cubo de cristal con cierto viraje en sepia, de Javier F. Ferreras, sirve de reclamo a la exposición. Encontramos también el montaje de un cuerpo de mujer repartido en cuatro ventanas del paspartú. Una panorámica de montaña reduce la figura de tres montañeros a una pequeña mancha en la inmensidad de los territorio salvajes. La montaña se repite en el contraluz que marca el perfil de una sierra, recorte de una original geometría. Por otro lado encontramos el plano medio de dos obreros industriales con casco, buzo y la cara tiznada de grasa. Siguiendo con retratos, están unos sonrientes niños vestidos de lamas.
Resulta especialmente crítica y cargada de ironía una escena tomada entre las rocas de una playa por Xavier Arribas. Recuerda automáticamente, aunque con autonomía propia, a las fotografías del maestro Carlos Pérez Siquier en las playas andaluzas durante los años setenta. También hace pensar el obsceno desnudo femenino que ofrece una televisión sobre la pared desnuda, posiblemente en un hotel de citas. Si a esto añadimos un momento de rejoneo y algún que otro paisaje urbano, tenemos garantizada, por el lugar y las imágenes, una breve visita muy sabrosa.
Varios autores-Rincones Mágicos. Palacio de Villasuso. Plaza del Machete, 1. Vitoria-Gasteiz. Hasta el 30 de septiembre 2007. Horario de visitas: Lunes a sábado, de 11.30 a 13.30 y 17.30 a 19.30. Domingos y festivos de 11.30 a 13.30.
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