Zubkov se fija como objetivo reconstruir el complejo industrial y militar de Rusia
Putin señala al nuevo primer ministro como uno de sus posibles sucesores en la presidencia
Desarrollo del complejo de la industria militar, lucha contra la corrupción y estabilidad económica serán las prioridades de Víktor Zubkov al frente del nuevo Gobierno de Rusia. Así lo afirmó en su discurso programático ante los diputados antes de ser aprobado como primer ministro por amplia mayoría: 381 votos a favor, 47 en contra y 8 abstenciones. El presidente, Vladímir Putin, firmó de inmediato el decreto de nombramiento y lo señaló como uno de sus posibles sucesores. Putin dijo también que no descarta presentarse de nuevo a la presidencia en 2012 o 2016
Una de las tareas más importantes para Zubkov es el desarrollo de la industria militar, lo que se enmarca en la política impulsada últimamente por Putin de rearme y modernización de las Fuerzas Armadas. Si se mira a Zubkov bajo el prisma de candidato presidencial -como ya muchos lo hacen- con esta declaración se gana las simpatías del Ejército y de los nacionalistas.
"La corrupción empapa nuestra sociedad", señaló Zubkov, que propuso crear un organismo especial para combatir ese mal. Los anteriores jefes de Gobierno siempre reconocieron que la corrupción es, quizá, el principal problema de Rusia, pero todas las campañas para combatirla fracasaron. Nadie duda de que si ahora el nuevo primer ministro logra luchar eficazmente contra ella, se convertirá muy rápido en un político popular. Además, Zubkov se ha manifestado en favor de aumentar las ayudas a las regiones y especialmente a la agricultura, con lo que ganará adeptos en provincias.
El flamante primer ministro reafirmó que habrá cambios importantes en el Gobierno, especialmente en el sector social. Zubkov dijo que la estrategia elegida en la esfera social es correcta, "pero su puesta en práctica ha sido desastrosa", lo que ha creado problemas y el descontento de la gente.
Mientras tanto, la élite política y los analistas todavía no se han repuesto de la sorpresa que se llevaron al oír el nombre propuesto por Putin para primer ministro y siguen haciendo cábalas sobre su significado. La mayoría de los comentarios se resumen en la siguiente fórmula: Zubkov puede convertirse en el próximo presidente de Rusia, pero lo más probable es que no sea así. Muchos continúan pensando que el sucesor será Serguéi Ivanov, amigo de Putin desde los tiempos en que ambos eran agentes del KGB y que seguramente conservará su actual puesto de vicejefe de Gobierno. Pero después de las declaraciones hechas ayer por Putin es muy posible que el número de los que ahora apuestan por Zubkov aumente. Sobre todo porque éste, que cumple hoy 66 años, es el candidato ideal para gobernar unos años y después devolver el poder a Putin.
El líder ruso confirmó que Zubkov podría competir en las presidenciales de marzo próximo, aunque matizó: "Como cualquier ciudadano ruso". Verdad es que acto seguido pasó a alabar a Zubkov, al que calificó de "auténtico profesional", "administrador brillante" y "persona de gran experiencia". Al mismo tiempo, aprobó el que Zubkov hubiera contestado que no excluía ser candidato en las presidenciales de marzo cuando anteayer le preguntaron al respecto.
Por último, Putin se felicitó de que ahora se incluye un nombre más en la lista de posibles sucesores suyos, pues eso significa, según dijo, que "los ciudadanos rusos tendrán donde elegir". Hasta el miércoles, los grandes favoritos en esa lista eran los vicejefes primeros de Gobierno Serguéi Ivanov y Dmitri Medvédev. Son ellos los que encabezan las encuestas que el Centro Levada realiza periódicamente con la pregunta: "¿A quién votaría usted si las elecciones presidenciales fueran el próximo domingo?".
Putin, que se reunió en Sochi con los miembros del grupo de debate Valdái, se explayó también sobre las causas por las que destituyó al Gobierno. El problema es que los ministros "comenzaban a pensar más en su futuro después de las elecciones que en el trabajo", dijo. Estos ánimos no pasaron inadvertidos por el primer ministro, Mijaíl Fradkov, que por eso presentó su dimisión, cosa a la que Putin, según aseguró, no lo había empujado. "Yo quisiera que el Gobierno en Moscú, las autoridades regionales y los órganos federales de poder trabajen como un reloj suizo hasta las elecciones, entre marzo y mayo de 2008", añadió, aludiendo a las presidenciales.
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