Lula busca inversiones en su primera visita bilateral a España

El presidente de Brasil, Luiz Inàzio Lula da Silva, llegó anoche a Madrid para realizar, el lunes, una visita a España que es la primera de su mandato con carácter bilateral. El objetivo fundamental del viaje es presentar el Programa de Aceleración del Crecimiento, un gran plan de desarrollo de Brasil para el cuatrienio 2007-2010, con un coste previsto de 200.000 millones de euros, que abre grandes posibilidades de inversión para las empresas españolas.

El eje de la visita será una comparecencia conjunta de Lula en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, ante varias decenas de presidentes de las principales empresas españolas. Una parte esencial del proyecto brasileño se concretará en la construcción de infraestructuras, telecomunicaciones y en el desarrollo de la energía eléctrica.

España es ya el segundo inversor extranjero en Brasil, tras Estados Unidos, con una inversión acumulada que supera los 35.000 millones de euros. Y Brasil es el tercer destino, tras Argentina y México, de la inversión española en América Latina.

Por lo demás, la estancia del mandatario brasileño sólo incluirá una entrevista con el rey Juan Carlos. Lula ha llegado a Madrid tras una gira por los países nórdicos y, hasta el lunes, su visita tendrá el carácter privado. No obstante, fue recibido anoche por el Príncipe de Asturias, un gesto inusual de don Felipe para agradecer la cordialidad que el presidente brasileño le dispensó hace dos años en Brasilia, y hoy está previsto que almuerce en privado con Zapatero en la finca toledana de Quintos de Mora, la misma que la prensa americana identificó como "el rancho de Aznar", cuando el entonces presidente del Gobierno la utilizó para sus entrevistas con líderes extranjeros. Lula estuvo en España en 2003, para recibir el Premio Príncipe de Asturias, y en 2005, para asistir a la Cumbre Iberoamericana, en Salamanca.

España ha firmado con Brasil un acuerdo de asociación estratégica, que sitúa las relaciones con este país al nivel máximo que marcan las relaciones con México, Argentina o Chile. Los contactos entre las respectivas Administraciones son continuos y las dos partes atribuyen gran importancia a su coincidencia sobre la escena internacional en temas como el multilateralismo, la lucha contra el hambre, la Alianza de Civilizaciones y la reforma de Naciones Unidas.

Brasil ha introducido, por su parte, el español como segunda lengua extranjera en la enseñanza secundaria. La secretaria de Estado para América Latina, Trinidad Jiménez, destaca que este hecho abre enormes posibilidades para las relaciones entre los dos países, que enfoca, sobre todo, como un tema de futuro que por primera vez se está estructurando, aunque reconoce que la opinión pública necesitará algún tiempo para valorarlo en su justa medida.