La CEOE pide a los empresarios que no alarmen sobre la situación económica
La patronal quiere ser neutral frente al catastrofismo del PP y no perjudicar sus propios intereses
La gran patronal ha tomado posiciones en plena precampaña electoral. El presidente, Gerardo Díaz Ferrán, y los 11 vicepresidentes decidieron el pasado lunes, en una reunión previa a la junta directiva celebrada el miércoles, tranquilizar a los empresarios y pedir a las direcciones sectoriales y regionales que no alarmen a los empresarios sobre la situación económica. Según los dirigentes de la CEOE, que destaca que la economía española muestra unos "sólidos fundamentos", hay que desdramatizar la sensación de crisis que se ha instalado en algunos círculos políticos y económicos. Aunque la postura de organización empresarial es un respaldo al Gobierno, reconoce que la economía se enfrenta a una desaceleración.
Una crisis de confianza hundiría el consumo familiar y se volvería contra las empresas
Existe buena sintonía entre la directiva que encabeza Díaz Ferrán y el Gobierno de Zapatero
El mensaje estaba muy claro desde el principio: "No hay que crear alarma". La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en ese sentido, se ha preocupado en subrayar "el compromiso de los empresarios con la inversión y la competitividad de la economía española para conseguir la creación de riqueza y bienestar para la sociedad".
Ésa fue la consigna que salió del almuerzo del lunes de la cúpula de la patronal, con el objetivo de que se extendiera entre todas las organizaciones empresariales que forman la confederación. Según fuentes de ésta, "la patronal tiene la responsabilidad de no desencadenar una situación de crisis cuando no es para tanto, porque eso haría que inmediatamente las empresas dejarán de invertir y los consumidores, de consumir".
La postura de la cúpula de la patronal, aunque persiga la neutralidad, supone un bálsamo para el Gobierno en plena precampaña electoral, como lo ha sido también el apoyo de los presidentes de los bancos Santander y BBVA, Emilio Botín y Francisco González, y de Telefónica, César Alierta. Es también una posición alejada del catastrofismo económico del PP, que habla incluso de recesión económica.
"Es una neutralidad basada en la realidad", según una fuente empresarial, que asegura que la patronal no ha recibido petición alguna del Gobierno en busca de árnica. Fuentes del Ejecutivo, por su parte, también sostienen que no han dado ninguna indicación. En cualquier caso, confirma la buena sintonía que hay entre la actual directiva, presidida por Gerardo Díaz Ferrán desde el pasado junio, y el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.
A pesar de ello, la patronal alerta de que la economía española se enfrenta a una desaceleración "tras más de una década de crecimiento económico sostenido" y, de paso, respalda el mayor rigor presupuestario. Un apoyo expreso al ministro de Economía, Pedro Solbes, frente a las medidas populistas anunciadas por el Gobierno, como las ayudas por hijo o a la salud bucodental, "en el sentido de no destinar dinero a medidas sociales sólo porque estamos en campaña electoral".
La reunión del presidente con los 11 vicepresidentes es siempre previa a las que luego celebra el comité ejecutivo y la junta directiva, órganos de los que también forman parte y a los que se incorporan otros directivos. En el orden del día del almuerzo se abordó, como plato fuerte, el análisis de la situación económica. Hablaron una gran parte de los 11 vicepresidentes, que contaron cómo le va a los sectores que representan. Se esperaba con especial atención la intervención de Miguel Martín, presidente de la patronal bancaria, para saber el punto de vista del sector, y de Gonzalo Pascual, presidente de la patronal turística, para conocer un balance inicial de la temporada veraniega. Ni siquiera en este último sector las cosas pintan tan mal como se pregona desde algunos púlpitos. Por abrumadora coincidencia, la conclusión fue que había que lanzar el mensaje de prudencia.
La preocupación principal de los responsables de la CEOE radica en que un mensaje erróneo o confuso "puede desencadenar una crisis ficticia" y que las empresas, "sobre todo las pequeñas y medianas", dejen de invertir. Eso, a su vez, llevaría a que el consumo familiar se hundiera por falta de confianza en el futuro y la economía se resintiera de verdad. Al final, los empresarios no quieren echar piedras sobre su propio tejado, porque una situación así se les volvería en contra.
Sin embargo, uno y otro de los que tomaron la palabra en el citado almuerzo pusieron el acento, más que en el consumo, en el hecho de que haya liquidez en el mercado y que las entidades financieras sigan aportando financiación. En la actualidad, los hechos demuestran que hay suficiente dinero para proseguir los proyectos en marcha y, en la medida que hay liquidez, no hay efectos de la crisis.
En ese sentido, tal como se reflejó el miércoles en el comunicado difundido por la CEOE, la patronal alabó el papel del Banco Central Europeo (BCE), que además de facilitar la liquidez necesaria al sistema ha aparcado la decisión de subidas de los tipos de interés, y "la buena gestión en nuestro país de bancos, cajas de ahorros y otras entidades de financiación y aseguradoras, junto con los criterios de ortodoxia financiera y transparencia que vigila el Banco de España, que hacen que el sistema presente excelentes ratios de solvencia y estabilidad".
Para la patronal, en cualquier caso, la economía española tiene "muy sólidos fundamentos" para resistir cualquier embate de crisis. Se hace eco, en ese sentido, de las previsiones de la Comisión Europea, que ha mantenido el crecimiento de la economía española para 2007 en el 3,7% mientras reduce en una décima las de la zona euro y las del conjunto de la UE a tasas, respectivamente, del 2,5% y del 2,8%.
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