_
_
_
_
Reportaje:

La caridad global de Bill Clinton

El ex presidente publica un libro sobre filantropía planetaria

Yolanda Monge

Quien podría llegar a ser el primer caballero de la historia de la Casa Blanca ha salido esta semana de detrás de la sombra de su mujer y se ha dejado mimar por las cámaras, los periodistas y su público. No le han correspondido tanto los críticos literarios. El nombre de Bill Clinton está en enormes letras negras en las portadas de los escaparates de las librerías. Clinton ha publicado un libro y el título no obliga a muchas explicaciones: Giving (Dar). A sus 61 años, el ex mandatario ha escrito 211 páginas sobre filantropía planetaria.

Su semana ha sido maratoniana. Presentación del libro en Nueva York, donde irónicamente no se dio ningún ejemplar a la prensa; firma de ejemplares en Chicago; presentación en el programa vespertino de Oprah Winfrey; entrada triunfal en el programa nocturno de David Letterman; comparecencia ante el icono periodístico Larry King...

Todos los focos dirigidos a lo que el ex mandatario tenía que decir sobre las acciones para cambiar el mundo (el título completo es Dar: cómo cada uno de nosotros puede cambiar el mundo) ejercidas fuera del ámbito gubernamental. Clinton se recrea en los ejemplos personales, que es básicamente de lo que está compuesto el volumen. Desde las donaciones realizadas por Bill Gates, presidente de Microsoft, pasando por el modesto caso de una niña californiana que limpió de basura una playa, hasta las alabanzas a la organización Angel Network de la presentadora Oprah, que ha donado millones de dólares alrededor del mundo, desde África, para la construcción de escuelas, hasta Nueva Orleans, para las víctimas del huracán Katrina.

Parece que la caridad a escala global hace ganar popularidad a Bill y le sitúa en el papel que desempeñaría si su esposa llegara a la Casa Blanca en 2008, alejado de la política cruda en un país que sólo ha tenido primeras damas. De paso, en el libro, Clinton insiste en la vocación social de su mujer y su compromiso con causas como la ayuda a los pobres.

Desde la campaña de Hillary Clinton se calibran al milímetro las apariciones del marido. Si su mera presencia es una máquina de recaudar dinero, los estrategas temen que pueda avasallar a su esposa como candidata demócrata a la presidencia de EE UU.

Desde su salida de la Casa Blanca en 2001, Clinton ha creado una fundación que respalda causas globales como la lucha contra el sida, la pobreza o el cambio climático y se ha dedicado a multiplicar su patrimonio dando conferencias. Pero su causa no parece ser compartida por los críticos que le acusan de haber realizado un tedioso recuento caritativo. "El libro de Clinton tiene buenas intenciones, pero no buena prosa", titulaba el Boston Globe. "A la hora de escribir, Bill Clinton no es Al Gore", dice Jeffrey Sachs en Fortune. Aunque Sachs reconoce que las actuales buenas intenciones de Clinton podrían llegar a ser futuras sugerencias susurradas al oído del próximo presidente -o presidenta- de la nación.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_