_
_
_
_

Los cambios de rumbo en las hipótesis de la investigación

María R. Sahuquillo

Todo en el caso Madeleine está rodeado de misterio. Aún no se sabe qué sucedió con la pequeña británica de cuatro años que desapareció mientras dormía junto a sus dos hermanos mellizos en los apartamentos turísticos Ocean Club, en la pequeña localidad de Praia da Luz, en el Algarve portugués. Nada se sabe, pero la Policía Judicial portuguesa sigue buscando a la niña. A la primera tesis de que podía haber sido secuestrada le sucedió la teoría de que la pequeña Madeleine está muerta, una hipótesis que, según la policía portuguesa, "prevalece" sobre las demás.

La policía investigó durante tres meses el posible rapto de la niña, bien para fines sexuales o para la adopción. La noche de la desaparición de Madeleine y en días posteriores se rastreó toda la zona. Se montó un despliegue sin precedentes. En total más de 1.000 agentes de los diferentes cuerpos de policía portugueses, más de 100 civiles coordinados por las autoridades, barcos, helicópteros, perros... Todos peinaron la zona en un radio de 15 kilómetros para encontrar a Madeleine. La búsqueda no dio resultado.

Durante la investigación se identificó incluso a un posible sospechoso. Su descripción coincide con la de un hombre buscado en España por un presunto delito de violación. Nunca se le encontró. También se habló de la posibilidad de que la niña hubiese sido trasladada a España. La frontera con Andalucía está a tan sólo dos horas en coche de Praia da Luz. Además, no se cerraron las fronteras hasta 12 horas después de que se diese la voz de alarma de la desaparición de la pequeña.

Falta de resultados

Pasaron las semanas y la investigación no dio resultados. La policía identificó al británico Robert Murat, de 33 años y vecino de Praia da Luz como sospechoso formal del caso, se le interrogó varias veces y se le dejó en libertad. El hombre, que vive con su madre a pocos metros del lugar donde desapareció la niña sigue siendo el único sospechoso formal, pero aún se desconoce por qué.

Es la falta de resultados hacia la línea de investigación del secuestro lo que llevó a la policía portuguesa a replantearse el caso hacia la teoría del fallecimiento de la niña. Es entonces cuando los investigadores volvieron al apartamento donde desapareció Madeleine. Examinaron las habitaciones ayudados por dos perros especialistas británicos entrenados para detectar el rastro de cadáveres e incluso de huesos humanos. Los dos perros detectan vestigios de sangre. La investigación dio un vuelco y las muestras de sangre se enviaron a un laboratorio de Birmingham para analizar el ADN.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_