Salvamento remolca el barco naufragado con la esperanza de encontrar a los desaparecidos

Salvamento Marítimo remolcaba anoche hacia la costa el Nuevo Pepita Aurora, el pesquero con sede en Barbate (Cádiz, 22.000 habitantes) que naufragó el miércoles a 14 millas de esta localidad cuando regresaba de faenar en aguas de Marruecos. A su llegada a la costa, está previsto que buzos especializados entren en el cerquero. Se espera encontrar a los cinco marineros que permanecen desaparecidos y que estaban en sus taquillas cuando se produjo el golpe de mar que volcó el barco. Los tres tripulantes encontrados sin vida fueron enterrados ayer tras un funeral multitudinario.

Una embarcación de Salvamento Marítimo logró enganchar el barco naufragado poco antes de las ocho de la tarde. Ahí comenzó un lento traslado (con una velocidad de nudo y medio) hacia la zona de Atlanterra (Tarifa) para tratar de llevar el pesquero a un lugar preservado del fuerte oleaje.

A tres millas de la costa, el barco quedó a media agua, semihundido, entre cinco y 10 metros de profundidad, aunque permanecía cogido del cable que lo mantenía enganchado. La operación se suspendió hasta primeras horas de hoy para que los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil pudieran intentar examinar el interior del pesquero.

El cerquero, de 20 metros de eslora y construido en 1998, naufragó, según los primeros testimonios, debido a un golpe de mar provocado por el fuerte viento de levante que soplaba en la zona con velocidad de hasta 100 kilómetros por hora.

Ocho marineros fueron rescatados con vida. Tres fueron encontrados muertos y cinco permanecían desaparecidos. El miércoles había quedado volcado, pero en superficie. Por la noche y durante muchas horas de ayer, el Nuevo Pepita Aurora estuvo desaparecido. Según explicaron fuentes de Salvamento Marítimo, el buque que vigilaba la zona por la noche lo perdió de vista. Durante un tiempo se temió que se hubiera hundido. Fueron apareciendo cajas de pescado, maderas sueltas y manchas de aceite. Pero nada se sabía del cerquero siniestrado a pesar del despliegue aéreo iniciado desde temprano.

Finalmente, fue encontrado a media tarde, momento en el que se inició el operativo para remolcarlo a una zona de resguardo del viento y las olas. Las esperanzas estaban puestas en que los marineros desaparecidos se encuentren en su interior.

Según los ocho tripulantes que lograron ser rescatados el día del siniestro, sus cinco compañeros desaparecidos se encontraban durmiendo en las cabinas de la embarcación cuando se produjo el golpe de mar que tumbó el pesquero.

Dolor de las familias

El dolor había tenido por la mañana un doble escenario. En la lonja pesquera los familiares de los cinco marineros desaparecidos -Manuel Reyes Moreno, Manuel Biela Sánchez, Francisco Clac Caballero, Manuel Alba García y Andrés Lucio Grozlán- habían aguardado noticias de primera mano dentro de los hospitales de campaña instalados por Cruz Roja en las instalaciones portuarias.

En el tanatorio de Cádiz los allegados de los tres primeros tripulantes hallados muertos (Manuel Fernández, Antonio Miguel Gil y Manuel Corrales) velaban a sus seres queridos hasta que fueron trasladados a Barbate.

Ese doble escenario se unificó por la tarde en el polideportivo de la localidad donde el obispo de Cádiz, Antonio Ceballos, ofició una misa funeral. A ella acudieronuna gran cantidad de vecinos. Todas las gradas se llenaron. Más de 40 coronas de flores rodeaban los féretros. En su homilía, Ceballos ofreció "fortaleza y esperanza" a las familias de las víctimas y desaparecidos y mostró su solidaridad a los que se enfrentan diariamente "a la dureza del mar" en un pueblo "conmovido por la tragedia".

El presidente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Chaves, dijo que acudía al funeral para ofrecer su apoyo a los parientes de los fallecidos y desaparecidos. "Me pongo a su total disposición. Para ayudarles y para poner todas las medidas en el futuro para compensar las pérdidas que han sufrido", aseguró. También acudió la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, dirigentes de diferentes partidos, alcaldes de la provincia de Cádiz y numerosas autoridades.

Pleno extraordinario

Después, los tres cuerpos fueron trasladados hasta el cementerio católico de Barbate. Antes de los oficios funerarios, el Ayuntamiento había celebrado pleno extraordinario para hacer oficial el dolor de todo un pueblo.

El alcalde, Rafael Quirós, recién llegado de Francia, aseguró que el municipio atraviesa "una situación crítica porque vive del monocultivo de la pesca". El primer edil defendió que "los vecinos se lo están tomando con entereza" a pesar del inmenso dolor y afirmó comprender las críticas realizadas por algunos familiares contra los medios de salvamento, contra los armadores que obligan a los marineros a faenar en adversas condiciones meteorológicas y contra las administraciones responsables de la seguridad en el mar. "Ahora es fácil criticar. Las familias se agarran a cualquier cosa y es normal que se busquen culpables", sostuvo el alcalde.

Barbate vivirá hoy el segundo de los tres días oficiales de luto decretados. En la cofradía de pescadores se colocaron anoche crespones negros y se encendieron velas para la Virgen del Carmen, patrona los marineros.