Fecoval insta a las cajas a financiar obra pública para poder optar a concesiones
Luján reclama para los contratistas la mitad de las adjudicaciones en territorio valenciano
Javier Luján, presidente de Construcciones Luján y de la patronal de contratistas de obra pública Fecoval desde el pasado mes de junio, instó ayer a "las entidades financieras locales" a implicarse en la financiación de proyectos de obra pública para aportar el músculo financiero que requieren las empresas constructoras valencianas, en su inmensa mayoría de tamaño medio, para poder optar a los nuevos modelos de concesión de infraestructuras que son cada vez más habituales y cuyos plazos de amortización son cada vez más largos.
Luján se presentó en sociedad con un desayuno con periodistas por primera vez desde que relevó a Juan Cámara en la presidencia de la patronal valenciana de contratistas de obra pública, una entidad atípica sin parangón en otras comunidades autónomas y cuyo primer presidente fue Rafael Ferrando, ahora presidente de Cierval.
Las 124 empresas valencianas calificadas como contratistas de obra pública y asociadas a Fecoval emplean a unos 8.000 trabajadores y acumulan una facturación anual conjunta en torno a los 3.000 millones de euros. En la actualidad, los contratistas valencianos ejecutan en torno al 45% de las obras que adjudica la Generalitat y en torno al 25% de las obras que adjudica el Estado en territorio valenciano.
Luján fijó como objetivo "irrenunciable" de la poderosa patronal de constructores la ejecución del 50% de las obras públicas sobre suelo valenciano y apeló a "la sensibilidad" de los técnicos a la hora de valorar las ofertas. "Si una gran constructora hace una chapuza, cambia al delegado en la Comunidad Valenciana y se lava la cara", comentó, "nosotros, sin embargo, generamos riqueza aquí, creamos empleo aquí y pagamos impuestos aquí".
Pero la capacidad de las constructoras valencianas para optar a grandes proyectos de obra pública está restringida por su propio volumen y por las nuevas fórmulas de concesión que cada vez son más habituales en los concursos públicos. Luján y Eduardo Beut, secretario de Fecoval y en su día presidente de la fallida corporación financiera que constituyeron Bancaja y la CAM, apuntaron que los consejos de administración de las grandes constructoras españolas, capaces de optar a concesiones de autopistas en Estados Unidos, suelen estar trufados de consejeros de grandes entidades financieras que respaldan sus operaciones.
En la Comunidad Valenciana, sin embargo, las dos grandes cajas de ahorro han optado decididamente por la promoción de vivienda en los últimos años. "En algunas promociones han llegado a apalancar hasta el 85% de la inversión", deslizó Beut. Sin embargo, no han prestado el debido interés a las concesiones de obra pública, cuya rentabilidad se mide a mucho más largo plazo pero cuya eficacia social es evidente.
Hasta la fecha, las obras públicas ejecutadas en territorio valenciano se han financiado en un 72% con fondos públicos de las administraciones central o autonómica; en un 22% con fondos de la Unión Europea; y solo el 6% restante ha sido asumido por inversores privados, detalló Luján.
La definitiva desaparición de los fondos europeos exige una mayor implicación de los inversores privados para sostener todos los proyectos de obra en marcha. Luján sugirió que si "las entidades financieras locales" se implicaran, los constructores valencianos de obra pública podrían cubrir hasta el 25% de la financiación de las infraestructuras necesarias.
Entre las necesidades más apremiantes, el nuevo presidente de Fecoval señaló el decidido apoyo de los constructores de obra pública al corredor mediterráneo de mercancías como alternativa a la carretera. "No pretendemos que nadie paralice el corredor central, simplemente subrayamos la necesidad de un corredor paralelo a la costa mediterránea", explicó Luján.
Los síntomas de debilidad que revela el sector de la promoción inmobiliaria después de una década de espectacular crecimiento es otro argumento a favor de la inversión en obra pública, subrayó Luján, que se declaró optimista respecto a la situación económica.
El nuevo responsable de Fecoval también puso el acento en una reivindicación histórica de la patronal en contra de las bajas temerarias en los concursos de obra pública. "Si un técnico de la administración convoca un concurso público para una obra que vale mil y le presentan ofertas por 700, o se equivoca el técnico o la oferta no es solvente", resumió Beut.
Los responsables de Fecoval admitieron que "es imposible" establecer un código interno para regular el comportamiento de las empresas que optan a concursos públicos; aseguraron que son habituales las bajas de hasta un 30% en los concursos de obra pública; y pidieron a las administraciones que primen los criterios técnicos sobre los económicos a la hora de adjudicar obras.
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