Detenidos ocho islamistas que iban a atentar en Dinamarca
Los servicios de espionaje daneses anunciaron ayer la detención en Copenhague de ocho presuntos terroristas que mantenían contacto con un dirigente de Al Qaeda y que planeaban un atentado. " fabricaban explosivos en un apartamento situado en una zona densamente poblada", explicó ayer a los periodistas Jakob Scharf, al frente de los servicios de inteligencia daneses. "Con estas detenciones hemos evitado un ataque terrorista", añadió Scharf, que sin embargo no detalló dónde ni cuándo pretendían atentar los supuestos terroristas.
El anuncio de las detenciones se produce después de que la noche del lunes la policía acordonara y registrara Ishoej y Noerrebro, dos barrios del sur de Copenhague. Durante la operación, los agentes cazaron a los presuntos terroristas, que, según explicaron, llevaban tiempo bajo vigilancia policial.
Los servicios secretos daneses indicaron que los detenidos son "militantes islamistas con contactos internacionales que incluyen vínculos con Al Qaeda". Asimismo, detallaron que seis de los detenidos son daneses y los otros dos tienen permiso para residir en el país. Afganistán, Pakistán, Somalia y Turquía son los países de origen de los sospechosos, cuyas edades oscilan entre los 19 y los 29 años.
Caricaturas e Irak
La acción del lunes es la tercera operación antiterrorista en los últimos dos años, cuando Dinamarca fue señalada como objetivo por la red que dirige Bin Laden, tras los ataques en la capital británica. La publicación por un periódico danés de caricaturas del profeta Mahoma el año pasado y la decisión de Copenhague de participar en la guerra de Irak han convertido al país en blanco de la ira de los islamistas. Scharf se apresuró ayer, sin embargo, a negar "cualquier conexión" entre el complot terrorista desmantelado ayer y el envío de tropas a Irak o Afganistán o las ilustraciones satíricas publicadas.
El Ministerio de Justicia danés consideró ayer "muy preocupantes" las nuevas detenciones y destacó la necesidad de que el Gobierno conservador que dirige Anders Fogh Rasmussen "ponga a disposición de los servicios secretos las herramientas necesarias para combatir el terrorismo".
En 2002, poco después de la elección de un nuevo Gobierno que acabó con décadas de dominio socialdemócrata, entró en vigor una nueva ley antiterrorista que pretende facilitar las detenciones de presuntos terroristas. En virtud de esta nueva legislación, cuatro jóvenes musulmanes fueron acusados el año pasado de tratar de obtener explosivos para cometer un acto terrorista en algún país de Europa.
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