Herido grave un obrero que cayó del tejado de una nave industrial

Un empleado, de 25 años, resultó ayer herido grave al caer desde una altura de seis metros mientras intentaba abrir la claraboya del tejado de la nave industrial en la que trabajaba, en la calle de Gallocanta del municipio de Camarma de Esteruelas, al este de la región, según un portavoz de Comisiones Obreras (CC OO).

El suceso ocurrió sobre las 12.25, cuando, por causas que aún investiga la Inspección de Trabajo, el joven se encontraba sobre el tejado de uralita de la empresa de cristalerías para la que trabajaba cuando la plataforma cedió y el trabajador cayó al interior de la nave, desde seis metros de altura, indicó un portavoz de Emergencias 112. El obrero trabaja para Cristasol, dedicada a la cristalería, ubicada en el polígono industrial Alcamar, en el municipio de Camarma de Esteruelas, cerca de Alcalá de Henares.

El herido presentaba un traumatismo craneoencefálico severo a la llegada de los servicios de Emergencias, por lo que fue trasladado por una UVI del Summa al hospital 12 de Octubre, donde ingresó con pronóstico grave.

El secretario de Salud Laboral de CC OO de Madrid, Carmelo Plaza, advirtió de que el exceso de confianza entre los empresarios y los trabajadores, en pueblos pequeños como Camarma, "hace que no se respeten tanto las medidas de seguridad". El responsable sindical agregó: "Hay que decir a estos empresarios que no bajen la guardia, ya que pueden pasar accidentes de este tipo por confianza".

Accidentes en el tajo

La siniestralidad laboral se ha convertido en uno de los grandes problemas de la región. Las principales organizaciones sindicales reclaman a los responsables regionales que incrementen el número de inspectores de trabajo como medida de choque para reducir la siniestralidad laboral. En lo que va de año, las muertes en el tajo ascendieron a 108. Más del 40% tenía nacionalidad extranjera, según un estudio elaborado por UGT.

El sector servicios, con 40 fallecimientos, es el más dramático, seguido del de construcción (17) e industria (10). La mayor siniestralidad sigue dándose en in itínere, es decir, a la ida o a la vuelta del trabajo. El informe indica también que el 93% pertenecía a subcontratas (frente al 67% observado en 2005 y 2006), y que el 71,4% tenía contrato temporal.

El sindicato ha obtenido estas cifras a través de una muestra representativa de los siniestros mortales que ocurrieron en la región entre la población trabajadora inmigrante durante el periodo de referencia.

El 60% de los empleados inmigrantes trabajan en la construcción, el sector servicios (20%) y el industrial (20%). Desde principios de año, el 40% de los extranjeros que perdieron la vida en el trabajo tenían entre los 31 y 45 años, y otro 40% tenía menos de 30 años.