Álava suma el 70% de los pisos protegidos hechos este año pese a su menor población
Vivienda achaca el dato a que están pendientes las grandes operaciones en Vizcaya y Guipúzcoa
La vivienda protegida se ha convertido para miles de ciudadanos vascos, sobre todo jóvenes, en la única opción para acceder a un piso. Si esos ciudadanos viven en Álava sus posibilidades aumentan de forma exponencial con respecto a los que residen en las otras dos provincias. Álava concentra ya el 70% de las viviendas de protección oficial (VPO) construidas este año, pese a sumar sólo el 14% de la población de Euskadi. La tendencia de los últimos años reflejaba que en la provincia alavesa se construía hasta el 50%, pero en el primer semestre de 2007 se ha disparado ese porcentaje.
¿Cómo es posible que Álava, y especialmente Vitoria, haya alcanzado esa producción de pisos protegidos con un peso tan pequeño en el porcentaje de población de Euskadi? La conjunción de varias circunstancias explica este fenómeno. Sonia Samaniego, directora de Vivienda del Gobierno, apunta algunas de ellas. "Hay una realidad incuestionable: Álava es la provincia con más suelo. En segundo lugar, los solares con los que cuenta Vitoria se encuentran en estos momentos en pleno apogeo, como son los sectores de Salburua y Zabalgana".
Ambos barrios, que albergarán más de 24.000 viviendas (más de un 70% de ellas protegidas) cuando estén culminadas, suponen la zona de expansión natural de la ciudad y desde que se pusieron en marcha y se urbanizaron no han dejado de levantarse bloques de pisos de protección en ellos. Vitoria es la capital de toda España donde más viviendas de este tipo se levantan, hasta el 75% de todo lo que se construye.
"Los suelos se han gestionado bien y también ha contribuido la buena sintonía entre las diferentes instituciones para desarrollar una política de vivienda protegida eficaz. Todo ha coincidido en un espacio donde había suelo en abundancia y que se podía gestionar en buenas condiciones", apunta Samaniego.
Justo lo contrario de lo que ocurre en Bilbao, donde existen grandes problemas físicos y no se trabaja sobre terreno urbanizable. Se hace sobre suelo urbano, en operaciones complicadas de reforma interior, como las que se están realizando en las zonas de Bolueta y Zorrozaurre. Esa es otra de las explicaciones que ofrece Samaniego al crecimiento de la construcción de pisos protegidos en Álava. "Las grandes operaciones de VPO en Vizcaya y Guipúzcoa aún están por llegar. En estos momentos se están acondicionando los solares y la previsión es que se pongan en marcha hacia finales de 2008 o 2009. De esa forma, las VPO que se inicien en Zorrozaurre, Bolueta o Antondegi [en San Sebastián] equilibrarán la balanza actual tan favorable a Álava".
Ritmo lento
Al observar las estadísticas de construcción de VPO del primer semestre de este año, llama la atención que el ritmo de edificación resulta más bajo que en 2006 en el conjunto de la comunidad. Ello podría conducir a que se registre un descenso final en la producción al concluir el ejercicio. Sin embargo, la directora de Vivienda rechaza esta hipótesis: "Septiembre es el mes en el que se produce el definitivo empujón. Hay muchos promotores que esperan a este mes para acudir a las delegaciones de Vivienda con sus propuestas, porque es cuando se produce la actualización del IPC y se benefician de él".
El departamento no se encuentra "preocupado" por ese aparente bajón y Samaniego calcula que la estadística final reflejará que la VPO rondará el 38% de toda la construcción de inmuebles. Se trata de un porcentaje superior al del año pasado, cuando se levantaron casi 5.000 pisos frente a los 9.815 que se iniciaron en el mercado libre (un 18% menos que en 2005).
La aplicación de la Ley de Suelo y Urbanismo, aprobada por el Parlamento en junio del año pasado, ha permitido acelerar algunos de los procesos. Aún así, los trámites para sacar un suelo al mercado siguen resultando lentos y en muchos de los casos, farragosos. "La descontaminación de algunos solares, por ejemplo, lleva su tiempo. Sacar suelo requiere de un proceso largo y hay cuestiones en las que es muy difícil acortar los plazos actuales", asegura la directora de Vivienda.
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