Benjamín Rubio, enlace de la guerrilla antifranquista
Fue un activo sindicalista en la zona de El Bierzo
Bustarga, pueblo de los Ancares, en el macizo montañoso entre León y Galicia, era tierra de minas, de resistencia antifranquista y de guerrillas. Estas tres esencias fueron parte fundamental de la vida de Benjamín Rubio, minero desde los 16 años, activista sindical destacado y enlace de la guerrilla de El Bierzo tras la Guerra Civil española. Fue enlace en la agrupación guerrillera León-Galicia, liderada por César Ríos, entre los años 1942 y 1949, por cuyas misiones sufrió persecución y cárcel, según información facilitada por la Asociación Guerra y Exilio (AGE).
Tras su salida de prisión y desde la comarca leonesa de Laciana realizó un importante papel en la huelga minera de 1962 y en el fortalecimiento del movimiento obrero y la vida sindical, creando la primera comisión obrera de la zona y militando en el entonces ilegal Partido Comunista de España. Durante la clandestinidad, Benjamín fue un importante dirigente de Comisiones Obreras en la cuenca minera leonesa. Y a primeros de los setenta, en la llamada Huelga de la Antracita, fue elegido para demandar apoyo solidario de los sindicatos mineros europeos, logrando tras un viaje al Reino Unido un importante respaldo internacional para Comisiones Obreras (CC OO).
Las secuelas de sus 34 años de trabajo en la mina le afectaron sensiblemente al final de su vida. Su lucha desde todas las plataformas, y especialmente desde la Asociación Guerra y Exilio, fue siempre dirigida hacia el esclarecimiento de la verdad, la divulgación de la memoria histórica y la demanda de justicia para todos los compañeros de la guerrilla antifranquista, a los que la dictadura franquista consideraba como bandoleros y delincuentes en vez de luchadores por la libertad.
Colaboró activamente en la organización de la Caravana de la Memoria en Villablino (León), en el año 2000, cuando el autobús de la memoria llegó a aquellas tierras, dando a conocer cómo se podía resquebrajar el muro de silencio que el franquismo había tejido a base de décadas de dura represión sobre el pasado inmediato de los españoles.
Mientras tuvo fuerzas suficientes, acompañó a sus compañeros a todas las actividades que durante años AGE lleva realizando por toda España, y cuando ya no pudo hacer grandes esfuerzos, Benjamín Rubio se esforzó en terminar de recopilar sus memorias en un libro de reciente aparición, Memorias de la lucha antifranquista.-
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