Un sueño oscuro

Angelo Mozilo pasaría inadvertido entre la jet set marbellí a pesar de que su moreno intenso y su sonrisa permanente puedan delatar a este ejecutivo estadounidense de origen italiano. Es uno de los principales beneficiarios de la burbuja inmobiliaria en EE UU. Pero ahora los dientes relucientes y los trajes rayados del presidente ejecutivo de Countrywide Financial, la mayor firma hipotecaria independiente en EE UU, no lucen con tanto esplendor.

Mozilo fundó la entidad en 1969. Dice que lo hizo con el propósito de ayudar a cualquier estadounidense que aspirase a tener su propio hogar. Y es que este ejecutivo es uno de los ejemplos clásicos del logro del sueño americano. Durante los años cincuenta trabajó en la carnicería de su padre en el popular barrio neoyorquino del Bronx y allí vio cómo los grandes supermercados le daban una buena tajada al negocio. Su padre moriría unos años después, víctima de un infarto.

Tras este primer varapalo empresarial, decidió que nunca más volvería a verse atrapado en una crisis. Y mientras trabajaba para un prestamista hipotecario, se dedicó a estudiar. En 1968, junto a su amigo David Loeb, decidieron crear su propio negocio financiero. Cuatro décadas después, era el patrón de la firma más diversificada en EE UU, con una cartera en préstamos que supera el billón de dólares. Mozilo es, además, el sexto ejecutivo mejor pagado del país, con una compensación que asciende a 32 millones de dólares anuales.

Countrywide aparece en el puesto 168 entre las 2.000 empresas más potentes del mundo, según Forbes. Y el empresario está considerado por la revista financiera Barron's como uno de los 30 ejecutivos más respetados del mundo corporativo, lo que le ha merecido entre otros galardones el que le concedió la comunidad italoamericana en reconocimiento por su servicio humanitario. Pero estos números no ocultan la evidencia.

A los 68 años, tras 9 al frente de Countrywide y con 38 en la compañía, Mozilo es el más claro ejemplo de la compleja realidad que se vive en el sector inmobiliario. Al inicio de la crisis se mostró optimista con la salud de su compañía. La situación ha cambiado en pocos meses y Bank of America salía en su rescate inyectando 2.000 millones de dólares para esquivar el descalabro bursátil.

Mozilo ocupó entre 1991 y 1992 la presidencia de la Asociación de Banca Hipotecaria y ahora ocupa un asiento en el fondo caritativo que tiene la asociación de constructores de viviendas residenciales del centro de estudios para la vivienda en Harvard y en la asociación Casa para Familia Obrera.