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Reportaje:CINE

El botín de Pérez-Reverte

Imanol Uribe lleva al cine 'La carta esférica' con Carmelo Gómez y Aitana Sánchez-Gijón

Aurora Intxausti

¿Qué esconden las bodegas del Dei Gloria? Piezas lo suficientemente valiosas como para que cuatro hombres y una mujer decidan jugársela y urdir todo tipo de triquiñuelas para lograr el tesoro del pecio. Una aventura en el Mediterráneo y una intensa y tormentosa historia de amor se esconden en las imágenes que exhibe Imanol Uribe en su último trabajo cinematográfico, La carta esférica, que se estrena mañana. El guión está basado en la novela del mismo nombre del escritor Arturo Pérez-Reverte y se centra, sobre todo, en la relación amorosa que se establece entre la misteriosa Tánger (Aitana Sánchez-Gijón) y el marino en paro Coy (Carmelo Gómez). El hilo que permite mostrar hasta dónde puede llegar un ser humano por amor es el Atlas Marítimo de Urrutia, una joya cartográfica del siglo XVIII, que lleva a los personajes de la aventura hasta el Dei Gloria, un bergantín hundido cerca de las costas de Cartagena hace tres siglos y que transportaba un misterioso tesoro relacionado con la expulsión de los jesuitas de España. Imanol Uribe (San Salvador, 1950), autor de películas como Días contados o El rey pasmado, sentía la necesidad de embarcarse en una película de "piratas" del siglo XXI, y fue después de leer la novela de Pérez-Reverte cuando decidió escribir el guión de La carta esférica. "Al principio no sabía si era más aventura adaptar la obra de Arturo o rodar la película, pero lo cierto es que tuve mucha suerte porque la adaptación me salió muy fluida. Tal vez el mayor reto fue el conseguir subir a bordo del velero El Buenaventura todo el equipo y que la película se rodase cámara en mano. Una decisión crucial para que el filme funcionase", apunta el realizador. Confiesa que antes de tener el guión definitivo realizó tres versiones y que fue a partir de ese momento cuando decidió quiénes serían los actores. "Ésta es una película de personajes y que la conexión entre todos ellos funcionase era importante. A Arturo Pérez-Reverte le he ido proponiendo cambios sobre su historia y siempre le he tenido a favor en ese sentido, ha sido muy gratificante". A Uribe le gusta hacer adaptaciones de novelas y cree que es clave para que el guión y la película funcionen ponerse de acuerdo con el escritor en cómo debes tratar la obra. "Aunque La carta esférica, y casi toda la obra de Pérez-Reverte, es bastante visual y por ello a la hora de realizar una adaptación juegas con bastante ventaja. La aportación es fiel en cuanto al espíritu y los personajes de la novela, pero no tiene nada que ver con lo que en realidad se narra en ésta".

"Casi toda la obra de Pérez-Reverte es bastante visual, por lo que se juega con ventaja a la hora de adaptar", dice Uribe
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El momento vital y anímico en el que se encontraba el director fueron elementos que le llevaron a enfrentarse con el Mediterráneo. "No siempre se puede hacer todo, depende de las épocas. Ahora estoy en un momento muy optimista, aunque he pasado verdaderos momentos de oscuridad y en la situación en la que estoy me atraía de esta historia la luz, el Mediterráneo, su brillantez. Tengo la sensación de que las películas que he hecho hasta ahora son un ensayo de la gran película que tengo aún por hacer... Puedes estar satisfecho con lo que has ido realizando hasta ahora, pero conviene no perder la ilusión y pensar que falta la superpelícula". Mientras espera ese momento, el realizador vasco lleva a las pantallas esta película que coincide con la polémica, en este caso real, del Odyssey, compañía estadounidense de exploración marítima acusada de un presunto delito de expolio del patrimonio español por haberse apropiado del botín de un buque hundido: 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en 370 millones de euros.

En La carta esférica el encargado de descubrir el tesoro es Carmelo Gómez, en una de sus mejores interpretaciones en el cine, y que coincide con un momento profesional "muy dulce". "En la vida de un actor llega un momento en que cuando estás satisfecho contigo mismo se nota y creo que es el punto en el que estoy. He tenido unos años en los que sólo trabajaba en papeles pequeños y de repente y tras mi trabajo en la obra de teatro La cena, con Flotats, todo cambió. Creo que ese papel en el teatro fue el broche de oro para lo que llevaba realizando hasta entonces". No tiene reparos en confesar que profesionalmente es mucho más maduro. "Soy cada vez más exigente, pero consciente de cuáles son mis limitaciones. Cuesta darte cuenta de esas cosas, pero cuando las asumes creces como persona y como actor". A pesar del éxito que ha ido cosechando en el cine y en el teatro no tiene intención de lanzarse a aventuras cinematográficas en otros países. "No trabajaré en Estados Unidos. No se puede realizar una buena interpretación en un idioma en el que no pienses. A mí me resultaría imposible. Me gusta trabajar en mi país y en una lengua que trato de dominar lo mejor posible para poder dar al máximo", matiza el actor, quien decidió embarcarse en La carta esférica en cuanto Uribe le llamó. "Me dio el guión y no lo dudé ni un segundo... Me fascinó la novela de Pérez-Reverte en cuanto la leí. Es una reflexión interesante sobre el amor". Carmelo Gómez se negó a ser doblado en las imágenes marítimas y logró bucear entre algunos pecios que se encuentran sumergidos en aguas de Cartagena. "Lo que descubres en esos fondos es maravilloso, y una vez que bajas te resulta difícil no volver a hacerlo". El actor ya está embarcado en nuevas aventuras cinematográficas y teatrales que se prolongarán hasta el próximo año. Mientras, Uribe le está dando vueltas a su próximo proyecto, tal vez una película de ciencia-ficción, aunque para eso se tiene que enamorar de algo, de una idea o de una secuencia.

Aitana Sánchez-Gijón y Carmelo Gómez, ayer en la presentación de <i>La carta esférica.</i>
Aitana Sánchez-Gijón y Carmelo Gómez, ayer en la presentación de La carta esférica.EFE

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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