Aclaraciones
Aunque desde hace años la información científica en la prensa ha mejorado mucho, a veces todavía se deslizan importantes errores. Algunos de éstos no dejan de ser anécdotas curiosas que sirven sólo para provocar hilaridad entre la comunidad científica. Por el contrario, en ocasiones aparecen informaciones inexactas, a veces intencionadas, que pueden causar importante alarma social. Hay ejemplos notables de desinformación científica dirigida entre el periodismo amarillo, como un artículo publicado en El Mundo el 4 de marzo pasado, titulado "La bacteria asesina que salió de Irak" -basado en un artículo de S. Silberman publicado en la revista Wired en febrero-, en el que cualquier lector sin una formación científica importante sacaba la conclusión de que había guerra biológica en Irak. En realidad, el artículo trataba de una bacteria que produce infecciones hospitalarias en cualquier país del mundo y, por supuesto, también en Irak.
En el caso del artículo que publicó el 25 de agosto EL PAÍS en su página 41, detectamos dos errores no malintencionados. El primero es la imagen, un esquema de los virus del papiloma presentado como visto con un microscopio, cuando sólo es un dibujo incomprensible para la mayoría de los lectores. El segundo, más grave, es que afirma que el virus responsable del cáncer de cuello de útero lo portan la mayoría de hombres y mujeres, y es "el que causa las calenturas en la boca cuando se tiene fiebre". El virus que produce las llamadas calenturas es el herpesvirus humano tipo 1, muy extendido entre la población, mientras que los virus del papiloma humano relacionados con el cáncer de útero causan verrugas genitales, que nada tienen que ver con las vesículas herpéticas.
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