28 explotaciones ovinas de Huelva pueden padecer "lengua azul"

El delegado de Agricultura y Pesca en Huelva, Juan Manuel López, confirmó ayer que existen 28 explotaciones de ganado ovino sospechosas sufrir fiebre catarral, comúnmente conocida como lengua azul. Hace un mes, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) había confirmado la existencia del virus, en su serotipo (variante) 1, en una explotación de Almonte que contaba con 1.700 rumiantes, 40 de los cuales presentaban síntomas de la enfermedad.

Antes de Almonte, Tarifa (Cádiz) sufrió un brote el 26 de julio, por el que se restringió el movimiento de animales en un radio de 150 kilómetros. Se ponía así fin a dos años de silencio epidemiológico en el que no se habían detectado ningún caso.

Las 28 explotaciones de Huelva sospechosas acogen un total de 14.000 cabezas de ganado, de los que 294 han fallecido -presuntamente a causa de la lengua azul- y otros 166 fueron sacrificadas al sospecharse que sufrían la enfermedad. Hay 17 núcleos afectados en la comarca ganadera de Almonte, tres en la comarca de Cartaya, cuatro en la de La Palma del Condado, una en La Puebla de Guzmán y tres en la de Valverde del Camino.

El delegado de Agricultura quiso tranquilizar a los ganaderos recordando que el vector de transmisión de la fiebre catarral ovina no son los animales ni sus cadáveres, sino un mosquito. Por ello, avanzó que no van a emprenderse medidas drásticas como el sacrificio de ganaderías. "Tampoco se va a tolerar que los ganaderos las lleven a cabo. Sólo se van a sacrificar aquellos animales que indiquen los veterinarios para evitar que la enfermedad les acarree sufrimientos innecesarios".

Hace dos días, el alcalde de Moguer, Juan José Volante (PP), criticó la "pasividad" de la Junta de Andalucía ante el presunto brote, que también está afectando a granjas de su pueblo, donde según él han muerto más de 20 animales. El delegado de Agricultura pidió "prudencia y sentido común" y alertó de que "las declaraciones de personas no expertas pueden alarmar y arruinar el sector ganadero del ovino".