"Estamos a tres semanas de una nueva huelga de autobuses"

Juan Antonio Fernández (Barakaldo, 1971) es licenciado en Derecho y conductor de autobuses. Lleva 11 años en Transportes Colectivos (TCSA) y cuatro sin ponerse al volante. Junto al resto del comité de empresa de esa firma, que él encabeza, ha conseguido parar el servicio de autobuses de Bilbobus y parte del de Bizkaibus los tres días más señalados de la Aste Nagusia. Pretende que los trabajadores con más días acumulados en la bolsa de trabajo sean los primeros en lograr un contrato indefinido. La empresa replica que nadie le puede fijar un modelo de contratación. Él avisa de que esto no ha hecho más que empezar y que habrá más paros en septiembre.

Pregunta. ¿Es consciente del daño a los ciudadanos por convocar una huelga de autobuses los días más señalados de las fiestas?

"No nos plantearemos realizar los paros en días festivos, sino en días laborables"

Respuesta. Claro. Sabemos perfectamente el daño que hace que no haya autobuses. Tenemos muchas formas de presionar a la empresa y se acude a la huelga cuando no queda otra salida. Cuando se convoca una huelga se tienen 10 días hábiles para comunicarlo. Nosotros avisamos con 45 días de antelación a la empresa y con más de un mes al Gobierno vasco. Si hubiéramos convocado los paros en días laborables el perjuicio habría sido mayor. Al ser festivos logramos un efecto mediático y el daño al usuario siempre es menor. Hemos buscado el máximo rendimiento a nuestras reivindicaciones intentando provocar el menor daño. Que la gente no pueda ir de fiesta es malo, pero que la gente no pueda trabajar es peor.

P. En las asambleas de trabajadores la participación fue muy baja y el margen de votos a favor muy escaso. ¿Era suficiente para ir a la huelga?

R. Las mayorías son mayorías. Los trabajadores conocen cuando hay asamblea y, si no acuden, saben que sus compañeros van a decidir por ellos. Pero la realidad es que a la hora de los paros el seguimiento de la huelga ha sido del 100%. A muchos de los que no acudieron a votar les tuvimos que convencer para que fueran a trabajar y cumplieran los servicios mínimos.

P. ¿Qué pasó en la reunión con el Ayuntamiento?

R. El grupo municipal de EB transmitió al gobierno municipal que era necesario que conocieran nuestra versión. El concejal Ibon Areso nos escuchó y propició una reunión esa misma tarde con la dirección.

P. ¿En esa reunión del pasado jueves por la noche con la empresa no se pudo evitar la huelga de los días 24 y 25 de agosto?

R. Durante la negociación nos llegamos a plantear el desconvocar los paros, pero la empresa varió los criterios de negociación. El problema surgió al cuantificar las condiciones necesarias para acceder al contrato indefinido. Por ejemplo, el examen de acceso nos decían que tendría un valor del 50% en la evaluación de méritos, y esto nos pareció un abuso. Es como decirle a Norman Foster que como sacó un seis en la carrera es un mal arquitecto.

P. ¿Qué planes tiene el comité de empresa para el mes de septiembre?

R. Todavía no hemos aclarado si vamos a hacer paros alternos o paros indefinidos, pero lo que está muy claro es que con la actitud que está adoptando la empresa va a ser muy difícil que no se produzcan nuevos periodos de huelga. Además, ya no nos plantearemos realizar los paros en días festivos, sino en días laborables. Estamos seguros de que se va involucrar un alto número de trabajadores

P. ¿Qué fechas plantean para realizar los nuevos paros?

R. Como mínimo estamos a tres semanas de una nueva huelga. No nos planteamos proponer nuevas fechas antes de ese plazo. El viernes 14 y el lunes 17 de septiembre pueden ser los días claves.