Unas 2.000 personas apoyan la reivindicación de los ex mineros de Boliden en Aznalcóllar

Las repercusiones del desastre ecológico que se produjo en Aznalcóllar (Sevilla) en 1998 siguen coleando. Ayer se hicieron patentes de nuevo en la manifestación celebrada ante el Ayuntamiento de la localidad sevillana para exigir la recolocación de 22 ex mineros de Boliden, cuyos contratos con la Empresa de Gestión Medioambiental (Egmasa) de la Junta han finalizado. Según los organizadores, unas 3.000 personas acudieron a la protesta (2.000 según la policía), alentada por 75 trabajadores que luchan por ser reubicados sin tener que engrosar las listas del paro.

En días previos a la manifestación, los trabajadores, que vestían camisetas con el nombre de la empresa Boliden y portaban pancartas reivindicativas, repartieron por la localidad 3.000 octavillas con la frase: "Necesitamos tu apoyo, no puedes faltar". Al contrario de lo que habían anunciado los mineros el día anterior, el secretario general de CC OO, Jose María Fidalgo, no acudió a la cita, pero sí lo hizo el secretario regional, Francisco Carbonero, que apoyó "la exigencia de empleo estable" de los ex mineros. Tras la rotura de una balsa que contenía lodos contaminantes y aguas ácidas, la Junta recolocó a trabajadores que habían pertenecido a la plantilla de Boliden, la empresa minera que getionaba la explotación, en la sociedad pública Egmasa. Ahora, 75 de esos empleados luchan por alcanzar un nuevo acuerdo para ser reubicados sin tener que pasar por el paro. Por el momento, el sábado pasado fnalizaron los contratos de 22 de ellos que realizaban tareas menores de limpieza en la mina y que se han convertido en el nudo gordiano la negociación. Por solidaridad, los 53 restantes se despidieron. Ese mismo día, en una reunión con el delegado provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, rechazaron la posibilidad de trabajar en la mina Cobre las Cruces de forma temporal, como les ofreció la Junta. En las últimas semanas, los ex mineros de Boliden han repetido las protestas contra lo que consideran una "injusta" medida de la Junta. Han protestado en la estación de tren de Santa Justa, en Sevilla, tomaron por sorpresa los pasillos de la Dirección General de Minas, cortaron brevemente la carretera A-49 a su paso por Sevilla y llevan varias semanas acampados en la antigua mina, rememorando lo que ya hicieron hace seis años durante 93 días.