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Reportaje:AUDI R8 4.2 V8 FSi | PRUEBA

Un superdeportivo con muy buen carácter

Tiene una línea impactante y 420 CV, pero se maneja casi como un GTI, permite circular en ciudad a 20 km/h. en tercera marcha y ofrece una conducción fácil, cómoda y apta incluso para los menos dotados. Se llama R8, es el nuevo estandarte de Audi y consolida su imagen como marca de prestigio.

Pocos fabricantes de coches tienen capacidad y tecnología para producir un superdeportivo como el R8. Esta réplica alemana a Ferrari presenta un planteamiento y prestaciones similares, pero aplica el ADN de Audi para reafirmar su personalidad. Las señas de identidad se reflejan en la línea y el diseño interior, y en tecnologías como la carrocería de aluminio y la tracción Quattro. Pero lo más meritorio es que ofrece una docilidad y un confort sorprendentes, y combina el buen talante de los Audi con las prestaciones e impresionante eficacia de los purasangre. Es su gran aportación y su receta exclusiva para que un conductor medio pueda disfrutarlo relajadamente con seguridad.

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Muy fácil de conducir

Deportividad, elegancia y tecnología

El R8 no se parece a ningún superdeportivo. Su silueta baja, ancha y aplomada recoge las proporciones de estos coches, pero en una interpretación más elegante.

El frontal busca el apoyo a alta velocidad en el diseño del capó, y lleva la parrilla adelantada en forma de cuña con los faros a los lados. En el lateral destacan las llamativas tomas de aire verticales que refrigeran el motor y van ocultas bajo una banda de diferente color. Pero lo que más impacta es la zaga, con dos grandes salidas de aire laterales y cuatro escapes que impactan por su poderío, y una luneta encima que deja ver su poderoso corazón. El resultado es un purasangre de imagen vanguardista y musculosa que refleja con estilo su avanzada tecnología.

Aparte de su espectacularidad, el R8 es un escaparate que recoge lo último de Audi. Tiene una carrocería de aluminio muy rígida y ligera, 210 kilos, y es el superdeportivo con mejor aerodinámica (CX: 0,34). El motor 4.2 V8 de 420 CV, también de aluminio, va en posición central anclado a un soporte de magnesio. Incluye inyección directa de gasolina FSi, que mejora la potencia y el consumo, y ofrece prestaciones espectaculares (301 km/h.). Tiene un cambio manual de seis marchas, tracción Quattro, suspensiones de aluminio y frenos sobredimensionados.

El R8 es caro, 116.800 euros, pero está repleto de tecnologías innovadoras y viene de serie con todo lo importante: seis airbags, ABS, ESP, climatizador, asientos eléctricos, control de velocidad y presión de ruedas... En las opciones destacan la suspensión magnética y el cambio secuencial R Tronic (2.115 y 7.950 euros). Y a final de año se ofrecerán unos frenos cerámicos (duran 300.000 kilómetros) y faros con leds o diodos luminosos, que emiten una luz más parecida a la natural y cansan menos de noche.

Calidad y confort

El nuevo Audi mide 4,43 metros de largo y es un biplaza puro, pero puede alojar con desahogo a dos adultos de cualquier estatura. Destaca por su anchura y longitud interior, no agobia por dentro y tiene unos asientos cómodos que sujetan de maravilla. Pero marca la diferencia por su confort y, aparte de estar bien insonorizado, tanto la mecánica como la rodadura, sus suspensiones aportan un equilibrio entre eficacia y comodidad desconocido en estos coches. Y es uno de los pocos utilizables a diario, tanto en ciudad como en viajes largos, porque apenas exige esfuerzo, filtra todo y no cansa nada.

Los acabados están cuidados al detalle, la calidad de materiales es exquisita y crea un ambiente muy moderno y deportivo, pero a la vez elegante y con clase. En cambio, el maletero es simbólico y tiene pocos huecos (ver página siguiente).

Conclusión

El R8 es un deportivo de ensueño que seduce con la línea, aporta una calidad mecánica y tecnológica sobresaliente, y entusiasma por sus prestaciones. Hace todo fácil y ofrece una conducción tan cómoda, eficaz y segura que permite disfrutarlo a fondo. Pero como todo lo excepcional, cuesta caro, y sólo está al alcance de una minoría.

El Audi R8 prescinde de accesorios aerodinámicos para ofrecer una imagen más discreta y elegante que otros superdeportivos. La banda vertical <b><i>sideblade</b></i> del lateral separa la mecánica del habitáculo.
El Audi R8 prescinde de accesorios aerodinámicos para ofrecer una imagen más discreta y elegante que otros superdeportivos. La banda vertical sideblade del lateral separa la mecánica del habitáculo.ENRIQUE BROOKING

DEPORTIVIDAD SIN ESTRIDENCIAS

El interior del R8 presenta las limitaciones de espacio de los deportivos, pero no agobia: es ancho, largo y permite llevar las piernas estiradas y reclinar los respaldos. El diseño es elegante y deportivo, huye de las estridencias y presenta un ambiente impecable que seduce al instante. Destacan las formas del volante, la instrumentación, los asientos de competición, muy cómodos y con una magnífica sujeción, y la calidad de ajustes y materiales. Aplica algún detalle retro de Ferrari, como los carriles del cambio, y hace sentirse en un auténtico superdeportivo, aunque, como es habitual, con pocos huecos para dejar cosas: una guantera estrecha pero profunda, dos posavasos y una repisa junto al freno de mano; y bolsas mínimas en las puertas. Detrás de los respaldos tiene sitio, según la marca, para dos bolsas de palos de golf, al menos si no se retrasan mucho los asientos. Es la única zona de carga junto al maletero (100 litros), que sirve sólo para dos maletas de mano como las de los aviones. El portón trasero lleva un cristal que deja el motor a la vista, pero toda la zaga es impresionante. Tiene dos salidas de aire enormes a los lados, la zona inferior carenada para que extraiga el aire y aumente el apoyo a alta velocidad, y un alerón que se despliega a 100 km/h. y también ayuda.

DISEÑO Y PRESTACIONES MANDAN

Imagen, diseño y prestaciones son los valores clave para los clientes de los superdeportivos, por encima del precio y el equipamiento. Y el R8 está en buena posición. Sólo el Lamborghini Gallardo es más rápido, pero cuesta 45.000 euros más con un equipo de serie muy inferior: cuatro airbags, pero con asientos eléctricos (2.678 euros) y otros extras opcionales. El Aston Martin V8 Vantage presenta una línea de gran belleza y ofrece unas prestaciones muy cercanas al Audi, pero es 7.000 euros más caro. El elegante Jaguar XKR y el 911 4S, más clásico, cuestan 11.000 y 12.000 euros menos. El primero está limitado a 250 km/h., no es tan veloz ni lleva tracción 4×4, pero incluye un equipo de serie con navegador y DVD, tapicería de cuero, suspensión inteligente y faros bixenón. El Porsche viene menos equipado en los detalles, pero es un GT (gran turismo) 4×4 con más carácter.

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