ANV rechaza condenar el atentado y lo equipara a los "ataques" estatales
Los ediles 'abertzales' de Durango consideran el atentado una "consecuencia del conflicto"
Acción Nacionalista Vasca (ANV), el partido para el que Batasuna pidió el voto en las elecciones del 27-M y que ha permitido a la izquierda abertzale recuperar una apreciable cuota de poder local tras su ilegalización, se enfrenta desde ahora a un hecho que puede suponer un punto de inflexión en su futuro legal: la exigencia de que condene un atentado etarra. De momento, sus cuatro concejales en Durango evitaron por completo hacerlo ayer. No sólo no se pronunciaron contra la banda, sino que, sin aludir al ataque, consideraron lo ocurrido una "consecuencia del conflicto", equiparable a los "ataques" de España y Francia.
Unas 250 personas se concentraron por la tarde en solidaridad con los afectados
El alcalde de la localidad, el peneuvista Juan José Ziarrusta, quien en los comicios del pasado mes de mayo consiguió la reelección para su segundo mandato consecutivo, fue uno de los primeros políticos que, todavía de madrugada, se presentó en el lugar del atentado para mostrar su solidaridad con los guardias civiles y los vecinos afectados. Después de poner en marcha todo el dispositivo del consistorio para atender a los damnificados, el primer edil convocó una reunión extraordinaria de la Junta de Portavoces local para tomar una postura común sobre el ataque etarra.
Los representantes de los grupos se reunieron a puerta cerrada a las 11.30 en el edificio consistorial para tratar de acordar un comunicado conjunto. A la cita acudieron todos los portavoces -incluido el de ANV, Oier Pérez- menos el de Ezker Batua, cuyo único edil excusó su presencia ya que se encuentra de vacaciones fuera de la ciudad.
El PNV gobierna esta localidad de 27.000 habitantes, distante unos 30 kilómetros de Bilbao, con siete ediles. ANV logró cuatro en las urnas, los mismos que el PSE, si bien la formación abertzale obtuvo 400 votos más. El PP cuenta con dos representantes y Aralar tiene otros dos.
Después de más de una hora de deliberaciones, vio la luz un texto en el que sus firmantes, todos menos el portavoz de ANV, además de condenar el atentado y solidarizarse con los heridos y afectados, expresan "su rechazo a este tipo de acciones violentas, que sólo producen dolor y no aportan soluciones". El texto precisa que, junto a los dos agentes heridos leves, más de 300 durangueses han sufrido daños materiales en sus viviendas y vehículos como resultado de la explosión del coche bomba.
El documento fue leído ante los representantes de los medios de comunicación en el salón de plenos por el propio Ziarrusta. El primer edil estuvo acompañado por los representantes del resto de grupos municipales firmantes, salvo el ausente de EB.
En el comunicado también reiteran su compromiso con el uso exclusivo de las vías democráticas "para la solución de los problemas de nuestro pueblo" y muestran su voluntad de apoyar en todo lo posible a los afectados. Para ello, el consistorio ha habilitado en su Oficina de Atención al Ciudadano un servicio de atención a los damnificados, que podrán pedir ser realojados de forma provisional si no pueden regresar a sus domicilios. El Ayuntamiento ha reservado ya para este menester un total de 20 habitaciones en un hotel de la localidad, aunque sólo una persona tendrá que acogerse a esa posibilidad.
Los cuatro ediles de ANV se negaron a hacer ningún tipo de comentario y se limitaron a difundir otro comunicado en euskera en el que, sin aludir de forma directa al coche bomba, tildan lo ocurrido como una "consecuencia directa del conflicto". Y apostillan a renglón seguido que "no ha sido el primer ataque, ya que este pueblo lleva meses sufriendo los ataques de los estados español y francés".
La formación abertzale manifiesta su "solidaridad" a los "ciudadanos afectados" y critica la "irresponsabilidad de algunos dirigentes políticos" por haber malgastado una oportunidad "para solucionar el conflicto", en referencia al fallido proceso de diálogo con la organización terrorista. "Todos estos acontecimientos nos llevan a un escenario de pasado", añade el texto.
La no condena por ANV del atentado se va a convertir para el PP en la carga de la prueba que debería, en su opinión, llevar a la ilegalización de la formación abertzale.
Los partidos acordaron por la mañana convocar también a los vecinos a una concentración de condena, que se celebró a las siete de la tarde ante la sede del Ayuntamiento. En silencio y sin pancartas, participaron en la misma unas 250 personas encabezadas por el alcalde y buena parte de la corporación.
A ellos se sumaron, entre otros, el delegado del Gobierno, Paulino Luesma, y dirigentes del PNV (Iñigo Urkullu), el PP vasco (María San Gil, Carlos Urquijo y Santiago Abascal) y Ezker Batua (Mikel Arana), la directora de la Oficina vasca de Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa y el delegado de la AVT en Euskadi, Javier Correa.
Al término de la concentración, que se cerró con una ovación de todos los asistentes, el primer edil agradeció a los presentes su asistencia "sobre todo en nombre de los damnificados".
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