Inculpaciones y perdón
No hay en El susurro de la mujer ballena, la novela con la que el escritor peruano Alonso Cueto (Lima, 1954) fue finalista en el Premio Planeta-Casa de América, la inmersión de su asunto en la violencia política de Perú. No hay en ella las referencias sobre los años de la lucha entre el Ejército y el grupo terrorista Sendero Luminoso que encontramos en anteriores novelas suyas, como Grandes miradas o La hora azul, con la que obtuvo el Premio Herralde en 2005.
Se dijo de Alonso Cueto que sus primeros libros abundaban en el método de Henry James. El tejido denso, la intriga psicológica desnudando el mal o las mezquindades humanas. En su nuevo libro, parece que Alonso Cueto ha elegido un argumento de fácil digestión. Está en su derecho si quiere ganar más lectores. Por suerte para todos, la buena literatura de este escritor no cede un ápice ante la incorporación de posibles nuevos consumidores de su narrativa.
EL SUSURRO DE LA MUJER BALLENA
Alonso Cueto
Planeta. Barcelona, 2007
259 páginas. 20 euros
En El susurro de la mujer ballena, el autor limeño urde una historia que la acerca bastante al género de intriga psicológica. Por ahí podía venir el naufragio. Si no se maneja con oficio la novela psicológica se puede caer en un santiamén en la psicología de terror. Cueto, desde una impecable voz femenina, nos narra un drama urbano lleno de sentido contemporáneo. Un drama que ocurre en la ciudad de Lima, pero que podría ocurrir en cualquier lugar del planeta.
Una periodista prestigiosa
se encuentra inesperadamente un día con una antigua compañera de colegio en viaje en avión. La antigua compañera padece de una indisimulable obesidad. Cueto, con una escritura ágil y quirúrgica a la vez, nos introduce con un magnético ritmo en una novela de remordimientos, inculpaciones y perdón.
Hay en esta buena pieza de ficción de nuestros días un duelo de protagonistas que el lector no podrá abandonar hasta el desenlace final. Este dibujo también entrañaba sus riesgos. El facilismo efectista, televisivo. Alonso Cueto lo sortea con arte e inspiración. Y como en toda novela de calidad siempre hay historias paralelas de enjundia, en la de Alonso Cueto se desarrollan dos. Una, la del encuentro de la periodista con un lejano novio de su madre. La otra, la de Mariano y sus mensajes obscenos.
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