Sarkozy cumple 100 días en el poder con alta popularidad en las encuestas

El Gobierno francés se reúne hoy por primera vez después de unas breves vacaciones de 15 días en los cuales el contexto político ha cambiado. El presidente, Nicolas Sarkozy, llega a sus primeros 100 días con un elevado respaldo popular, que ronda el 65%, si bien las encuestas detectan un leve retroceso de entre dos y cinco puntos. Probablemente pueda haber influido la noticia de suprimir a 22.700 funcionarios. Y el saber que el Consejo Constitucional ha desautorizado la promesa sarkozyana de permitir desgravar de los impuestos los intereses de las hipotecas contratadas durante los últimos cinco años.

O puede que resulte imposible para un presidente de la República mantenerse siempre por encima del 65% de opiniones favorables entre los votantes franceses. El contexto económico de la rentrée política no es bueno. El crecimiento del producto interior bruto (PIB) durante el primer semestre es de un 0,8%, y parece imposible alcanzar el 2,25% de las previsiones oficiales. El comercio exterior presenta un déficit de 15.000 millones de euros durante ese mismo periodo y la producción industrial ha retrocedido. Entre abril y junio sólo se crearon 3.700 empleos, la peor cifra de los últimos dos años.

No son datos tranquilizadores, máxime cuando el Gobierno se ha embarcado en una bajada de impuestos valorada en 14.000 millones de euros. El próximo lunes, Sarkozy deberá presentar las grandes líneas de su política exterior ante los embajadores. El próximo jueves, el presidente explicará a los empresarios las opciones económicas de su Gobierno. El rumor de la creación de un IVA social vuelve a sonar con fuerza, de entrada limitado a productos de lujo y ropa, y luego quizá extendido a una gama de productos más amplia.

También se ha lanzado la idea de crear una franquicia médica que obligue a pagar unos 50 euros anuales a los usuarios de los servicios de la Seguridad Social, asfixiada por el déficit.

La hiperactividad del omnipresidente Sarkozy no siempre va acompañada de éxitos. Desde 2002, cuando era ministro del Interior, ha impulsado nueve reformas legislativas sobre cuestiones de delincuencia, 10 con la que deberá aprobarse en octubre y que modifica la publicada hace sólo 11 días que castiga con más dureza a los delincuentes reincidentes. Empeñado en mostrar una reacción inmediata ante cada problema, el presidente Sarkozy, como antes el ministro Sarkozy, exige aprobar nuevas leyes sin preocuparse de por qué no se aplican las existentes.

En los 100 días de Gobierno, Francia ha cambiado el tranquilo ritmo de vals que imponía el presidente Jacques Chirac por el de la música disco, rápido y repetitivo, que exige Sarkozy.

En la imaginación

Las palabras y los gestos se suceden, y demasiado a menudo ocupan el lugar de los hechos. El voluntarismo político de Sarkozy, su anunciada "ruptura", se materializa más en la imaginación de los franceses que en su vida cotidiana.

En cualquier caso, Sarkozy sí ha conseguido desarticular a la oposición. A la resaca de la derrota electoral, los socialistas han sumado la Operación Fichaje de figuras de la izquierda, que ha llevado al Gobierno a varias figuras de la izquierda o próximas a ella. Además, otras, como Jack Lang, Jacques Attali o Guy Carcassonne, han aceptado encargos institucionales que les desactivan como críticos del Gobierno, al tiempo que siembran más confusión en un Partido Socialista (PS) descabezado y descerebrado.

Hoy, para el conjunto de franceses, el mejor líder de los socialistas sería Dominique Strauss-Kahn, que precisamente se dispone a abandonar la política francesa para intentar ser elegido al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI). A Sarkozy, en cuestiones de imagen, todo le sale bien: el semanario Paris Match incluso retoca sus fotografías para que aparezca en bañador y sin michelines.