México se recupera de la embestida del Dean
El huracán deja cuantiosos daños materiales a su paso por la costa caribeña
El huracán Dean embistió ayer con su máxima fuerza la costa del Caribe mexicano, que durante ocho horas estuvo sometida a aguaceros y ráfagas de viento de hasta 325 kilómetros por hora. De momento no hay constancia de víctimas mortales, pero sí de cuantiosos daños materiales. Las localidades turísticas de Cancún y la Riviera Maya salieron bien libradas en comparación con Chetumal y el sur del Estado de Quintana Roo, donde se produjeron inundaciones importantes. Convertida en tormenta tropical, Dean barría ayer la península de Yucatán hacia Campeche, donde la empresa estatal Petróleos Mexicanos había cerrado sus pozos y evacuado a sus trabajadores. El presidente de México, Felipe Calderón, tenía previsto viajar a la región ayer a mediodía.
El ojo del huracán entró a tierra a las 3.15 hora local (10.15, hora peninsular española) en el Estado de Quintana Roo, con vientos sostenidos de 230 kilómetros por hora y rachas de hasta 325. Entonces tenía la categoría 5 en la escala Shaffir-Simpson, la más peligrosa, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Horas después, postes caídos, electricidad cortada, árboles arrancados de cuajo y calles anegadas constituían la estampa que se repetía en los municipios cercanos a la ciudad de Chetumal, capital de Quintana Roo. Los destrozos materiales causados por el Dean en este Estado no son, sin embargo, de gran magnitud, según los primeros balances.
En Cancún y la Riviera Maya, el principal corredor turístico del Caribe mexicano, se anunció "saldo blanco", es decir, sin mayores alteraciones, ya que el Dean cambió de ruta y tocó tierra más al sur. Pero la dimensión real de los daños no se conocerá hasta las próximas horas, ya que muchas comunidades del interior han quedado aisladas por el corte de las carreteras.
A media mañana de ayer, los vientos de la cola del huracán impedían que los equipos de rescate pudieran salir a inspeccionar el territorio. El Ejército y la policía federal habían desplegado a más de 3.000 agentes para ayudar a la población y evitar los pillajes.
"No se han reportado muertos ni heridos en Quintana Roo", informaba Jorge Acevedo, portavoz del Gobierno estatal. "El meteoro llegó con mucha fuerza, pero la ventaja es que entró por una zona menos poblada, pasó muy rápido, en cuestión de horas llegó y dejó el Estado. Creemos que ya pasó lo más fuerte, en este momento las inundaciones son menores".
Perdiendo intensidad, y con una fuerza 2, el Dean continuaba barriendo lentamente la península de Yucatán hacia Campeche, para volver a salir al mar, en el golfo de México, pero ya con categoría 1. Los expertos creen probable que el Dean recobre fuerzas sobre el golfo y azote con furia tierra firme en los Estados de Veracruz, Puebla y Tamaulipas.
El Gobierno de Campeche abrió 670 albergues, con capacidad para 81.000 personas, y evacuó a más de mil pobladores de las zonas de riesgo, en tanto que la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) evacuó a unos 17.000 trabajadores de sus plataformas marinas instaladas en la llamada Sonda de Campeche.
En Veracruz, en espera del segundo impacto del Dean con una categoría 3, las autoridades de Protección Civil han decretado la alerta roja en los 212 municipios, ya que se teme que los aguaceros que acompañan al ciclón causen inundaciones y deslizamientos en las sierras del Estado. Las evacuaciones preventivas de poblaciones en zonas de riesgo ya han comenzado.
Los primeros efectos del ciclón se esperan en Veracruz para las primeras horas de hoy. Las lluvias copiosas afectarán a muchos Estados del interior del país.
Momentos antes de regresar a México desde Canadá, donde había acudido a la cumbre trilateral de América del Norte, el presidente Felipe Calderón pidió que se mantenga la guardia en alto. Calderón, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, adelantaron la agenda para que el mexicano pudiera viajar a Yucatán, donde tenía previsto llegar a mediodía de ayer para supervisar directamente la situación.
En la conferencia de prensa conjunta en la ciudad de Quebec, Calderón dijo que aún es temprano para descartar víctimas mortales, y pidió que se tomen todas las precauciones ante la nueva llegada a tierra del ciclón, que, dijo, causará serios problemas por las fuertes lluvias y crecidas de ríos en zonas serranas, lo que supone un "nuevo golpe a comunidades muy pobres".
Calderón dijo que su mayor preocupación es por el impacto que haya tenido el paso del ciclón por comunidades indígenas de la península de Yucatán, y los daños potenciales en las depauperadas sierras del Estado de Veracruz.
El mandatario mencionó que las pérdidas económicas serán altas, ya que, por ejemplo, se dejarán de producir más de dos millones y medio de barriles diarios de petróleo, al haberse interrumpido la producción en las plataformas de Campeche.
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