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La fiesta de Gràcia se cierra con 25 detenidos y sin altercados graves

El Ayuntamiento hace un balance positivo, pese a las quejas por los ruidos y la suciedad

Los vecinos de Gràcia tienen que resignarse. A pesar del malestar originado por el ruido excesivo, las juergas en plazas hasta el amanecer y la suciedad que inunda el barrio de madrugada durante su fiesta mayor, el Ayuntamiento consideró ayer que el transcurso de los festejos ha sido "muy positivo", en palabras del concejal del distrito, Guillem Espriu. El presidente de la Federació Festa Major de Gràcia, Ricard Estruc, también fue de la misma opinión y calificó de "excelente" esta edición, aunque reconoció que las fiestas causan molestias a muchos vecinos.

Es decir, todo ha "funcionado bien" porque, gracias a la tolerancia de la policía con los juerguistas, no se han producido las batallas campales de otros años. "Se ha actuado con sentido común", remachó Espriu. Si bien no se han registrado altercados graves, la Guardia Urbana ha detenido a 20 personas por delitos diversos y los Mossos d'Esquadra a otras cinco. Estas últimas fueron una mujer que vendía drogas y cuatro vándalos que volcaron una cabina de lavabo con un usuario dentro, según fuentes de la policía autonómica.

Los operarios de limpieza han recogido 38 toneladas de basura, aunque la cifra es provisional porque estos datos, aportados por el distrito, no incluyen la clausura de los festejos, programada ayer y deslucida por la lluvia. Se han limpiado también 565 metros cuadrados de pintadas. Espriu se felicitó porque todos los días "a las once de la mañana" todo el barrio ya estaba limpio. Además, el concejal aseguró que en el solar de la calle del Torrent de l'Olla tomado ilegalmente por los okupas no ha ocurrido nada -en referencia al alto volumen de la música- que no pase en otros espacios de la fiesta.

Asimismo, se han realizado 450 inspecciones a locales de concurrencia pública, como bares y restaurantes, donde se han constatado algunas anomalías e incumplimientos de prohibiciones, aunque el distrito no puede precisar todavía cuántas de estas inspecciones derivarán en expediente.

En lo que no ha habido tregua fue en la lucha contra la venta ambulante de cerveza. Los agentes han decomisado 32.800 latas, frente a las 22.000 del año anterior. También ha aumentado considerablemente el número de instrumentos de música requisados, sobre todo de percusión, que suman 67, mientras que en 2006 apenas superaron la treintena.

Una de las estampas incívicas más recurrentes de esta edición ha sido la de gente que orinaba en la calle, porterías y accesos a los aparcamientos, convirtiendo Gràcia de madrugada en un maloliente urinario. Así, la Guardia Urbana ha recibido 248 denuncias contra personas que hacían sus necesidades fisiológicas en la vía pública y otras 55 por ruidos fuera de los horarios permitidos, aunque éstos se han excedido, noche sí y noche también, en plazas muy concurridas como la de Rius i Taulet y del Sol. La atención médica del 061 ha realizado 14 asistencias, una cifra muy inferior a la de la pasada edición (66). Los organizadores de la fiesta oficial lamentaron que los incidentes provocados por el incivismo oculten el éxito de las actividades dedicadas al público familiar.

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