San Gil acusa a Zapatero de no hablar de ETA para reanudar los contactos

La presidenta del PP vasco, María San Gil, acusó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de incurrir en un "silencio cómplice" respecto al incremento de la violencia callejera y la extorsión de ETA. A su juicio, esta actitud "deja traslucir que en la mente de Zapatero ese mal llamado proceso de paz sigue estando presente", aseguró la dirigente popular.

En una rueda de prensa celebrada en Bilbao, lamentó que el presidente del Ejecutivo no realizara ninguna alusión al problema del terrorismo en su última intervención en Jerez: "Ni una sola palabra que pueda molestar a ETA-Batasuna, porque así sigue estando la puerta abierta para unos posibles contactos".

San Gil, que ha vuelto este mes de agosto a la escena política tras vencer un cáncer de mama, manifestó que este verano se han multiplicado los actos de kale borroka -26 en lo que llevamos de agosto, frente a seis en el mismo periodo del año pasado- en el País Vasco. Criticó que esta escalada de violencia callejera tampoco haya sido mencionada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, porque sigue con sus "obsesiones" y busca "imponer su proyecto político".

"No se puede estar más alejado de la realidad", dijo refiriéndose a Ibarretxe. "No hay un dirigente político que dé más la espalda a los problemas reales de los ciudadanos" que el lehendakari, a quien censuró por seguir "empeñado en su consulta y en su referéndum".

"Aunque el señor Zapatero quiera dar la espalda a la realidad por intereses mezquinos y el señor Ibarretxe se siga aprovechando de la existencia de ETA para intentar imponernos su proyecto político, el PP sigue estando a pie de calle", proclamó San Gil, quien negó que su partido tenga "ningún proyecto político que se vaya a beneficiar por la existencia del terrorismo".

Ataques callejeros

La violencia callejera ha vuelto a estar presente en las calles de Euskadi. En la madrugada de ayer, varios radicales atacaron el comercio de la esposa de un ertzaina en la localidad vizcaína de Barakaldo. También el domingo por la noche, un grupo de violentos lanzó dos artefactos incendiarios contra una oficina de la BBK en Arrigorriaga (Vizcaya).

Los cinco cócteles mólotov arrojados a las 2.15 del lunes contra el establecimiento que regenta la esposa de un agente de la policía vasca en Barakaldo provocaron el ennegrecimiento de las persianas y los cristales. Tampoco hubo mayores daños materiales en el sabotaje perpetrado a las 23.30 de la misma noche contra dos cajeros automáticos.

El PP y EA condenaron ayer en sendos comunicados estos dos nuevos actos de kale borroka. El Ayuntamiento de Arrigorriaga, con el apoyo de todos los partidos democráticos, también expresó su más enérgica repulsa por el ataque dirigido contra la BBK.