El alquiler sigue en lista de espera
El "gran salto" del arrendamiento que quiere el Gobierno choca con la falta de incentivos fiscales y la dificultad de los desahucios
"El número de viviendas en alquiler es claramente insuficiente; y la política oficial debe potenciar este mercado mediante medidas que incrementen la oferta de pisos de alquiler a precios moderados". Aunque podría serlo, esta cita no es de ningún responsable del ministerio de Carmen Chacón, sino de una tribuna publicada en este periódico en 1991. La firmaba la entonces directora general de Vivienda y hoy ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Hoy, 16 años y varios Gobiernos -socialistas, populares y de nuevo socialistas- más tarde, la situación del alquiler sigue igual. O peor.
A pesar de las declaraciones de Narbona y de todos sus sucesores, el porcentaje de inquilinos se ha mantenido en torno a un raquítico 11%, a un abismo del 38% de media europea. A finales de julio, el presidente Zapatero anunció con efluvios maoístas un "gran salto" para facilitar el acceso al alquiler, sobre todo a los más jóvenes. Ni él ni ningún portavoz gubernamental especificaron en qué va a consistir ese "gran salto" a ocho meses del fin de la legislatura.
Un mes de alquiler cuesta la mitad que la letra de una hipoteca, según Idealista.com
Pero el anuncio llega en un momento en el que los desorbitados precios de la vivienda y la inacabable escalada del Euríbor hacen que sobre muchos españoles planee la duda de si les compensaría renunciar a la inveterada pasión patria por la propiedad del piso. Porque algo parece estar cambiando. En los últimos tres años se firmaron 421.000 contratos de alquiler, casi un cuarto de los existentes.
"Hasta ahora. El alquiler ha sido el patito feo del mercado español. A partir de ahora, ya no va a ser así", dice Fernando Encinar, portavoz de Idealista.com, el mayor portal inmobiliario en Internet. Y los argumentos que da son consistentes: según un estudio realizado sobre casi un millar de pisos que comercializa la web, alquilar sale un 49% más barato que comprar.
Idealista.com comparó el precio que los propietarios solicitaban al mes a sus hipotéticos inquilinos con la cuota, también mensual, de lo que costaría pagar la hipoteca de ese mismo piso. Para calcularlo, supusieron un préstamo con un interés del 3,5% y a 30 años.
Este mismo estudio hecho en mayo de 2006 reducía la diferencia al 40%, lo que hace suponer a los responsables del portal que cada vez más gente se inclina al alquiler.
Menos ventajosa para éste resulta la comparación entre el precio que pagaron de media las familias que arrendaron el año pasado un piso de 100 metros cuadrados, 720 euros, con los 787 euros que supuso en el primer trimestre la cuota hipotecaria media, a pagar en un plazo de casi 28 años.
El catedrático de Economía Aplicada de la Autónoma de Barcelona Josep Oliver no cree que la subida de los tipos de interés vaya a generar una gran salida hacia el mercado del alquiler. Más bien al contrario: "El Euríbor por las nubes hará que se creen menos hogares, tanto en propiedad como arrendados", asegura.
Y es que las malas noticias no llegan sólo para los que tienen una hipoteca. Mientras que el precio de la vivienda libre aumentó en el primer semestre del año sólo un 3,2%, los alquileres de las grandes ciudades, según el INE se encarecieron en torno al 4,3%. No es éste el único problema del alquiler.
Las ayudas fiscales, además de ser escasas, no benefician a la mayor parte de arrendatarios, informa Lucía Abellán. "No son muy allá", resume Luis del Amo, gerente del Registro de Economistas Asesores Fiscales. Según esta organización, sólo cinco comunidades (Asturias, Canarias, Castilla y León, Cataluña y Valencia) más el País Vasco, que tiene sus propias normas forales, ofrecen deducciones generalizadas. En Andalucía, Baleares, Cantabria, Extremadura, Galicia, Madrid y Navarra se conceden sólo a rentas bajas o colectivos desfavorecidos.
Pero al presentar la declaración, el ciudadano no suele tener en cuenta esa posibilidad por desconocimiento. No existen datos sobre lo que se gastan las administraciones en incentivar el alquiler, pero es de suponer que poco. Las ayudas son bastante "cicateras", según los asesores fiscales. Y eso que las deducciones ayudan a combatir el fraude.
Hay una condición indispensable según los profesionales para que el mercado del alquiler deje de ser residual. En palabras del consejero delegado de Colonial, Mariano Miguel: "Necesitamos una legislación de desahucio rápida. Mientras no se cambie la filosofía hiperproteccionista hacia el inquilino que no paga, que esconde una política social mal entendida, esto no se va a arreglar".
A pesar de que se aprobaron en 2003, los juicios rápidos para los desahucios por impagos no funcionan todavía. La falta de acuerdo entre el Ministerio de Justicia y las autonomías sobre quién ha de financiar los nuevos juzgados mantiene la reforma en la nevera.
Enrique Sanz, vicepresidente del Consejo General de la Abogacía, dice que a pesar de que con la legislación vigente los plazos no deberían sobrepasar los tres meses, es muy habitual que lleven ocho o nueve. "Si el propietario ha reclamado varios meses el pago antes, como es habitual, el proceso puede superar el año. Un negocio ruinoso".
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