Una 'Carta' para vivir la tierra
Sus tierras fueron los campos de batalla de la mítica y desconocida Tartaria. Hoy se llama Tataristán, es una república de la Federación Rusa, su población de cuatro millones de habitantes está formada en partes iguales por cristianos y musulmanes, y este verano ha confirmado su apoyo a la Carta de la Tierra. Este documento, redactado en el año 2000, es una hoja de ruta -apoyada por la Unesco- para la integración de comunidades, etnias y culturas residentes en un mismo país.
En la práctica, el Parlamento de Tataristán se compromete así a defender y fomentar la igualdad entre población cristiana y musulmana. Por primera vez los niños podrán disponer, por ejemplo, de libros de texto de ciencias sociales e historia de las religiones, ya que, según establece esta Carta, "la educación es la clave para avanzar en el terreno de la transición hacia formas de vida más sostenibles"; se organizarán también conferencias, jornadas o competiciones deportivas para impulsar el conocimiento mutuo entre etnias; y se construirán monumentos conmemorativos, en parques y ciudades, para celebrar la comunión entre pueblos.
Desde el lanzamiento de la Carta de la Tierra, en el palacio de la Paz de La Haya, más de 50 países han aprobado y adoptado su texto. La misión de esta iniciativa es establecer una "base ética sólida para la sociedad global emergente y ayudar a crear un mundo sostenible basado en el respeto a la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz". Tataristán acaba de confirmar su compromiso. Y, según el mismísimo primer ministro, Rustam Minnikhanov, sólo se trata del primer paso hacia la integración de sus comunidades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.