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Robert Eckert | presidente y consejero delegado de Mattel

El juguetero contaminado

La calidad tiene un coste financiero y de imagen. Robert Eckert lo comprobó el mismo día que debía celebrar su 53 cumpleaños. El gigante juguetero Mattel, la compañía que dirige desde hace siete años, se veía obligado el pasado martes a retirar millones de productos fabricados en China con pintura contaminada por plomo. Es una de las decisiones más vergonzosas, si no la más, que un ejecutivo debe adoptar en su carrera profesional, y aún más cuando se trata de productos que usan los niños.

Eckert se puso al mando de Mattel en mayo de 2000. Venía de ocupar el puesto de presidente ejecutivo de Kraft Foods, cargo que ocupaba desde octubre de 1997. El ejecutivo trabajó durante 23 años para el gigante alimentario, el mayor de Estados Unidos. Su primer puesto de dirección lo ocupó en 1987, aunque el gran salto lo pegó cuando fue nombrado presidente de la filial Oscar Mayer en 1993. De allí ascendió en 1995 al vicepresidente del grupo, desde donde estuvo a cargo de las operaciones, ventas y servicio al cliente. Cuando dejó Kraft, la facturación anual del grupo era de 17.500 millones.

Tenía, sin duda, una vasta experiencia en lidiar con operaciones empresariales complejas a escala global y un claro entendimiento de lo que los consumidores quieren, de lo que los padres quieren para sus hijos. Nada más llegar al cuartel general de Mattel en El Segundo (California) procedió así a simplificar la gama de productos del fabricante de la Barbie y pidió a sus distribuidores que dedicaran más tiempo a las grandes cadenas comerciales como Wal Mart y Toys "R" Us, para mejorar la eficiencia de la compañía y reducir tiempos en las entregas.

Robert Eckert tiene un máster en gestión de empresas por la Universidad del Noroeste y se graduó en 1976 por la Universidad de Arizona. En el universo corporativo se destaca su habilidad para usar el poder de las marcas a la hora de potenciar las ventas de los distintos productos, un innovador y un gran entendedor de los costes. Dice que como a cualquier padre (tiene cuatro hijos), lo primero que le interesa es la seguridad de los niños. Y para hacer frente a los problemas que afronta la compañía, anunció un sistema de verificación de los juguetes.

Como presidente ejecutivo de Mattel cobra 1,25 millones de dólares, cantidad a la que hay que sumar otros 4,13 millones en compensaciones. Además, Eckert cuenta con derechos para 4,5 millones de opciones sobre acciones no utilizadas, valoradas en 13,7 millones de dólares. Esto le coloca en uno de los 350 empresarios mejor remunerados en Estados Unidos y entre los 11 primeros en el sector de productos de consumo, según la revista Forbes.

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