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Educación implanta clases particulares en los centros contra el fracaso escolar

La Xunta invertirá 12 millones para que alumnos con dificultades reciban lecciones personalizadas

Sonia Vizoso

Escolares con riesgo de suspender recibirán a partir del curso que viene clases particulares en la escuela pública. Serán profesores voluntarios los encargados de impartir lecciones de apoyo fuera de su jornada laboral, una labor por la que cobrarán un extra en su sueldo. Los alumnos estudiarán en grupos reducidos las materias en las que tengan problemas. Este servicio lo ofrecerán todos los centros públicos de enseñanza secundaria y parte de los colegios de primaria. La Consellería de Educación invertirá el próximo curso 12 millones de euros para combatir el fracaso escolar.

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Los centros escolares gallegos impartirán por primera vez el próximo curso clases particulares a estudiantes que suspendan asignaturas o repitan curso. Hasta ahora, el sistema educativo del país sólo ofrecía estas lecciones de apoyo a alumnos que presentaban dificultades de integración por ser inmigrantes o por proceder de entornos sociales conflictivos.

La Consellería de Educación ha decidido extender esta práctica a todos los muchachos con riesgo de fracaso escolar, con el fin de reducir el número de gallegos que abandonan las aulas antes de completar la enseñanza obligatoria. Según datos de 2005, en Galicia casi un 25% de los estudiantes dejan la escuela antes de tiempo, una cifra que está por debajo de la media española (30%), pero que la Xunta quiere reducir hasta el porcentaje europeo (15%).

El plan del Gobierno gallego contra el fracaso escolar empezará ya en primaria. Cien colegios del país ofrecerán hasta 2010 clases de apoyo de matemáticas y lenguas a niños con dificultades en estas materias. Cada año la consellería destinará 3,6 millones de euros para sufragar las lecciones, de los que 1,4 millones serán aportados por el Ministerio de Educación. Este programa está pendiente de que la Xunta y el Gobierno central firmen el convenio, por lo que su entrada en funcionamiento no se producirá hasta enero.

En secundaria las medidas se aplicarán en los 341 institutos de Galicia. Cada uno de estos centros seleccionará a aquellos estudiantes de los dos últimos cursos de la ESO que tengan problemas con los estudios para que, durante dos años, acudan a clases particulares impartidas por sus profesores fuera de su jornada laboral. Las lecciones están dirigidas sobre todo a alumnos de 14, 15 y 16 años, unas edades conflictivas a las que en su día la Logse extendió la educación obligatoria. En este programa, denominado Mora, Educación invertirá 4,3 millones de euros, la mayor parte procedentes de fondos sociales europeos.

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Aprender a estudiar

La consellería mantendrá además las clases de apoyo a alumnos con problemas de integración social. Este programa, llamado Proa, comenzó a luchar contra el fracaso escolar hace dos cursos. Esta vez Educación ha elegido unos 160 centros escolares de primaria y secundaria en los que el fracaso escolar supera la media gallega y en los que estudian niños procedentes de entornos con dificultades sociales o económicas.

Estos chavales recibirán lecciones "personalizadas" sobre las materias que suspenden y aprenderán técnicas de estudio. Los profesores se reunirán también con las familias para que inculquen en sus casas a los escolares hábitos que les permitan rendir más en las aulas. La Xunta calcula que a partir de septiembre serán unos 6.000 los escolares que se beneficien de estas clases de apoyo.

Educación negociará con los ayuntamientos medidas para reducir el número de alumnos que hacen novillos. La consellería firmará a lo largo de este curso convenios con gobiernos locales para luchar contra el absentismo escolar. El modelo a seguir será el que ya funciona en el municipio de Lugo y en el que colaboran las policías local y nacional.

La conselleira de Educación, Laura Sánchez Piñón, asegura que estas actuaciones, en las que se invertirán alrededor de 12 millones de euros el próximo curso, contribuirán a que sean más los alumnos gallegos que "terminan sus estudios con las competencias básicas y en el tiempo estipulado". "Queremos que el número de estudiantes que permanecen en el sistema sea el máximo posible porque ésta es una medida de calidad", explica Sánchez Piñón.

Otro de los comportamientos que Educación quiere extender en Galicia es el aprendizaje permanente. En países como Canadá o Estados Unidos un 30% de la población que ya trabaja vuelve al sistema educativo años después de haber acabado sus estudios. En la comunidad, como en Europa, ese porcentaje es mucho más bajo y sólo ronda el 5%. La Xunta, como el resto de gobiernos del continente, quiere duplicar en 2010 el número de personas que regresa a las aulas para mejorar su rendimiento profesional y elevarlo al 12%.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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