El Consell ingresó en 2006 un 10% más de lo previsto pero invirtió un 35% menos

El resumen de las cuentas anuales de la Generalitat Valenciana en 2006 revela que los ingresos previstos en los presupuestos que aprobaron las Cortes se quedaron cortos en un 10%. Los ingresos por impuestos directos, como el IVA, e impuestos indirectos, como el IRPF, desbordaron las previsiones en un 18% y un 13% respectivamente, un total de 1.100 millones de euros. A la inversa, en el resumen de gastos, se aprecia cómo las inversiones públicas apenas consumieron el 65% de lo previsto. A pesar del alza de ingresos, el Consell dejó de invertir 720 millones de euros.

El apagón del pasado 23 de julio en Barcelona ha puesto sobre la mesa la importancia de sostener la inversión para garantizar la calidad de las infraestructuras. La oposición en las Cortes siempre apuntó al abandono de la red de metro como una de las causas del accidente registrado en Valencia el 3 de julio de 2006, el peor de la historia en España. Pero la inversión no parece prioritaria para el Consell. Ni siquiera en años de bonanza económica.

Sobre un presupuesto inicial de 11.600 millones de euros, el Consell disfrutó de un alza de ingresos de 1.100. Pero no tuvo capacidad de maniobra para gestionarlos. ¿Por qué? Al revisar el capítulo de gastos del Consell a lo largo de 2006 se constata que los responsables de Hacienda tuvieron que revisar al alza la nómina de los empleados públicos cerca de un 2%, una factura de 70 millones de euros; modificar al alza la partida de gastos de funcionamiento -que abarca desde la factura de la luz a las de la compra de material de oficina- otro 2%, 37 millones; elevar un 7% el pago de intereses de la deuda, otros 23 millones, sobre todo, tuvieron que disparar un 18% sobre lo previsto la dotación del capítulo que abarca las subvenciones y conciertos, un cañonazo que engulló 610 millones de euros sobre los cerca de 3.300 millones previstos para cubrir la factura que generan los servicios públicos encomendados a terceros.

Dadas las circunstancias, se comprende que sobre una dotación de 867 millones de euros para inversiones directas, que se recortó en 30 millones, el Consell diga haber comprometido el gasto de 713 millones pero apenas haya pagado 484, el 68% del total. O que sobre los fondos para financiar obras que acometen otros, 780 millones, el Consell diga haber comprometido 656 millones, pero haya pagado 415, un 63% del total. Los fondos comprometidos y no pagados se trasladan al ejercicio 2007. En paralelo, en la cuenta general de 2006 aparecen 124 millones de euros de remanentes de crédito que dejaron de invertirse en 2005.

A la vista del resumen de gastos e ingresos de 2006 elaborado por la Consejería de Hacienda, Miguel Mazón, miembro de la ejecutiva del PSPV, concluyó ayer que el Consell "ha dilapidado los ingresos obtenidos en un año excelente". Y dejó algunas preguntas en el aire: "Si el presupuesto de 2006 se liquida con un superávit de 821 millones, ¿cómo es posible que no se amortice deuda? ¿por qué se emite deuda por 300 millones? ¿Cómo es posible que reclamemos 1.200 millones de euros a la Administración central pendientes de ejercicios anteriores si las deudas entre administraciones se compensan?". Y, finalmente, "¿por qué se publica el resumen de ingresos y gastos con agostidad, cuando todos los años se conocía en enero, con el informe de la Sindicatura de Cuentas?".

Como colofón de esa agostidad que sorprende al dirigente socialista, el DOCV publicó ayer decenas de modificaciones de crédito que afecta a los presupuestos de este año y que cambian de destino unos 55 millones de euros y elevan los ingresos en cerca de 45 millones. Las modificaciones las firma el ex vicepresidente Víctor Campos, quien dejó la política después de las últimas elecciones.