El aborto en los hospitales públicos

En cuanto a la accesibilidad a la interrupción voluntaria del embarazo en los hospitales públicos, es intolerable que no se realicen apenas en centros públicos. Es una técnica que entra dentro de la cartera de servicios del Ministerio de Sanidad, y por tanto los ciudadanos deberían poder ser atendidos de principio a fin en un hospital público. Si para ello se debe nombrar a un ginecólogo específico para que las lleve a cabo, al menos uno en cada provincia, que así sea.

Esto no quiere decir que muchos de los facultativos no tengan razones sobradas para negarse, ya que los supuestos que despenalizan el aborto en España son, en muchas ocasiones, un coladero. Me refiero concretamente al apartado que se refiere al daño psíquico para la madre. Hay que preguntarse dónde trabajan los psicólogos que evalúan dicho posible daño y si esto les condiciona su diagnóstico final. En mi opinión, en muchos casos, se trata de jóvenes que no han puesto todos los medios a su alcance por falta de madurez. Y con esto no quiero generalizar, ya que hay casos muy diferentes. Muchos jóvenes, aun disponiendo de la información, no utilizan métodos anticonceptivos. En dicho supuesto, la interrupción voluntaria del embarazo no viene condicionada, a mi entender, por un posible daño psicológico, sino por la inmadurez de la pareja que no ha puesto todos los medios a su alcance.