La ópera se acomoda en el cine

La ópera da el salto del teatro al cine. Desde hace ya un año, el Metropolitan Opera de Nueva York, una de las grandes instituciones del género, retransmite en directo y en alta definición algunos de sus montajes y los proyecta en 113 cines de todo el país. La idea, una de las apuestas revolucionarias que trajo consigo el nuevo director general del Metropolitan, Peter Gelb, ha tenido tanto éxito que Gelb ha decidido expandir horizontes y no sólo ampliar la oferta dentro de sus propias fronteras, sino llevar la ópera en directo a otros países.

Durante la próxima temporada, un total de 700 salas de todo el planeta tendrán el privilegio de asistir a las mismas representaciones operísticas que los neoyorquinos y sin necesidad de desplazarse hasta la Gran Manzana. Además, mientras la entrada al Metropolitan puede llegar a costar hasta 400 dólares, las representaciones que se verán en los cines serán verdaderamente asequibles: en Estados Unidos los billetes se han vendido este año a 18 dólares. Seis de las ocho óperas que prepara el Metropolitan para la próxima temporada se verán en Suecia, Alemania, Gran Bretaña, Japón y Australia, entre otros países. "España aún no está en la lista, aunque estamos en conversaciones con algunas salas", confirmó a este diario Summer Hixon, portavoz del Metropolitan.

El teatro neoyorquino negocia con salas españolas la retransmisión de sus funciones de la nueva temporada

"Somos una forma de arte que está envejeciendo y por eso necesitamos tomar iniciativas como ésta para desarrollar nuevas audiencias, educarlas y conectar el Metropolitan con su base de admiradores locales, nacionales e internacionales de un modo que hasta ahora no era posible", explicó Gelb hace un año, cuando se presentó la iniciativa.

Ahora, su arriesgada apuesta se ve recompensada, ya que los llamados simulcasts (retransmisión simultánea en distintos locales) del Metropolitan han sido una de las novedades del año más comentadas en la industria del cine. Y entre las iniciativas futuras también está el conseguir que sus óperas se vendan en televisión por cable en pay per view y en DVD a través de un acuerdo con EMI.

En los circuitos operísticos todos quieren emular la iniciativa del Metropolitan. En la Ópera de San Francisco y en la Royale Opera House de Londres ya han adquirido la tecnología necesaria para estas transmisiones. Ahora sólo les falta superar los obstáculos sindicales, ya que músicos y tramoyistas tienen acuerdos muy restrictivos respecto, por ejemplo, a las grabaciones para televisión que se han venido haciendo desde hace años.