Roser Aguilar debuta con un drama en Locarno

Roser Aguilar (Barcelona, 1971) llegó al cine de la mano del periodismo. Empezó en este oficio, hasta que se dio cuenta -muy pronto- de que ésa no era la mejor profesión para contar historias, o como ella afirma: "mi visión de las cosas". Y el cambio no le ha ido nada mal. Esta joven realizadora catalana se enfrenta hoy al estreno de su primera película, Lo mejor de mí, en competición, en el Festival de Locarno que finaliza mañana. La película cuenta la historia de una pareja que se conoce y decide convivir en una misma casa. Él es atleta y contrae una enfermedad. Para salvarse necesita que le realicen un trasplante. A partir de ahí empieza el conflicto. "Y la pérdida de la inocencia", explica su autora.

Los antecedentes de esta cineasta arrancan en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC) -se graduó en la primera promoción-, para posteriormente realizar cursos de guión con Fernando Trueba y Joaquím Jordà. "Allí me di cuenta de que el mejor camino para expresarme pasaba por la ficción", comentó Aguilar, cuya trayectoria siguió el camino clásico. "Trabajos en publicidad, como ayudante de dirección o guionista para televisión mientras esperaba el momento del primer largo de ficción", explicó con humor, antes de aclarar: "Todo eso me sirvió para coger experiencia en diversas áreas de lo audiovisual, dado que mi proyecto último era dirigir".

Tras dos cortometrajes, en 1996 y 1997, el tercero, Cuando te encontré (1999), llamó la atención de diversos festivales y le abrió las puertas al tan esperado largo. Esta primera cinta, de corte intimista, "es una película de amor y sobre la pérdida de la inocencia. Es un drama que deja lugar a la esperanza", en palabras de su directora y guionista.

Influencias

¿Admite una influencia de la también catalana Isabel Coixet? "Admiro su trabajo", explica Aguilar, "en particular Cosas que nunca te dije, pero no creo estar siguiendo sus pasos". La joven realizadora se reconoce deudora de cineastas como Víctor Erice ("El espíritu de la colmena y El sol del membrillo me han marcado mucho", confiesa), y también de Wong Kar-Wai, Wim Wenders, Jim Jarmusch o John Huston. "Me interesa cualquier director con una cosmovisión propia y fuerte personalidad", analiza.

¿Estrenar en Locarno es algo especial? "Sin duda", reconoce riendo, "sobre todo, teniendo en cuenta que esta película se hizo con pocos medios. Aunque parezca un topicazo, estar aquí es un premio en sí mismo". En la noche del sábado se sabrá si hay recompensa a su esfuerzo mientras prepara la presentación de Lo mejor de mí en diversos festivales españoles. "Muchas cosas dependerán de lo que pase estos días en Locarno", concluyó Roser Aguilar.