Disminuyen las calles engalanadas en Gràcia por el precio de los locales
El sindicalista Josep Maria Álvarez es el pregonero de la fiesta mayor
El encanto de la fiesta mayor de Gràcia se mantiene vivo por el esfuerzo de un puñado de vecinos, pero no se pueden hacer milagros. En esta edición, que se celebrará entre el 15 y el 21 de agosto, participarán en el concurso de adornos 18 calles (plazas incluidas), tres menos que en la anterior. El problema: el alto precio del alquiler de los locales, que además escasean. El sindicalista Josep Maria Álvarez será el pregonero de los festejos.
Aunque el programa cultural y lúdico de la fiesta mayor de Gràcia crece cada año, tanto en cantidad como en calidad, persisten algunos problemas estructurales graves. La falta de locales y el alto alquiler de los mismos han pasado factura en esta edición. Así, el tramo de la calle de Verdi de Dalt (entre las de Providència y Martí), uno de los enclaves más populares y concurridos, no participará en el concurso de adornos, seña de identidad de la celebración, tras 27 años de estar presente de forma ininterrumpida. Sólo 18 calles competirán por llevarse el galardón al mejor decorado, una cifra a la que no se descendía desde hace tres décadas. La buena noticia es la recuperación de otras tradiciones, como la fiesta gitana de la plaza del Poble Romaní, ausente desde 2001. Además, las principales fiestas alternativas cambian de emplazamiento y se trasladan a la calle de Còrsega, una ubicación que irrita a sus organizadores.
Pese a las ausencias, el cartel de la fiesta mayor de Gràcia está lleno de propuestas atractivas, entre las que destacan un ciclo de música clásica y un concierto de Quico Pi de la Serra (la programación completa se puede consultar en la web de Internet: www.festamajordegracia.cat). Como aperitivo, el tradicional pregón, que se realizará el 14 de agosto a las 19.00 horas en la plaza de Rius i Taulet a cargo de Josep Maria Álvarez, secretario general de la UGT en Cataluña.
Pero el obstáculo del precio y la escasez de locales (antes había muchos talleres y almacenes disponibles) preocupa en la Federación Fiesta Mayor de Gràcia, responsable de la fiesta. "Es un problema serio, pero en la Administración hemos constatado voluntad para encontrar soluciones. Una de ellas sería compartir local con otras entidades, algo que se hace en la fiesta de Sant Medir", dijo el presidente de la federación, Ricard Estruc.
La situación entre las calles que participan en el concurso de adornos es dispar. Las hay que ocupan solares sin propietario conocido, como la de Progrés; mientras que otras disfrutan de espacios cedidos, como las de Llibertat y Tordera. Las que tiran de mercado deben afrontar unos costes mensuales que oscilan entre los 500 y los 1.000 euros de alquiler, en un contexto en el que las subvenciones no superan los 7.000 euros. Las comisiones de la fiesta, por falta de relevo generacional, son muy frágiles y están integradas por una decena de vecinos de media. El presupuesto total de la cita es de 399.000 euros este año, según fuentes de la organización, lo que supone un incremento del 5% respecto a 2006.
El concejal del distrito de Gràcia, Guillem Espriu, señaló que los técnicos le han asegurado que no deberían producirse problemas con el suministro eléctrico, en esta época de apagones, porque el consumo de los hogares disminuye por la noche, momento en el que la iluminación de las calles y los decorados funciona a plena potencia.
El dispositivo de seguridad será el mismo de la pasada edición y para ahuyentar de plazas y calles a los remisos se recurrirá a los equipos de limpieza, acompañados de patrullas de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra. Regar el suelo ya se ha convertido en estos festejos en un clásico para evacuar la vía pública, objetivo al que también contribuye la medida de mantener abierto por la noche el metro durante las jornadas de asistencia masiva (14, 17 y 18 de agosto). Espriu remarcó que la actuación de la policía será siempre discrecional, para evitar los altercados y enfrentamientos multitudinarios. La lucha contra la venta ambulante de cerveza empezó hace dos semanas y en las fiestas los bares y barras de las calles federadas deberán cerrar los días laborables a las 2.30 horas y el fin de semana a las 3.30 horas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.