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Las consecuencias del apagón

Zapatero promete acelerar las inversiones en Cataluña para acallar las quejas por el apagón

José Luis Rodríguez Zapatero viajó ayer a Barcelona para repartir bálsamo a una sociedad catalana que presenta síntomas de cansancio por la situación de los servicios públicos. El calmante llegó en forma de mensajes de comprensión y solidaridad, de millonarias promesas inversoras en infraestructuras (aeropuerto, ferrocarril y carreteras), en dar un acelerón al desarrollo del Estatuto y en mayores exigencias a las empresas eléctricas para que no vuelvan a dejar a oscuras a más de 350.000 abonados. La visita del presidente coincidió con una más de las averías en Cercanías de Renfe y apagones aislados.

Zapatero anuncia que el AVE llegará a la estación de Sants el próximo 21 de diciembre
El presidente del Gobierno central asegura que los Presupuestos del Estado para 2008 garantizarán el 18,8% de inversión
El presidente advierte de que endurecerá la legislación para que las eléctricas presten un mejor servicio

El presidente del Gobierno se comprometió a coger el toro por los cuernos. Nunca mejor dicho, porque anunció que supervisará personalmente el ritmo de las inversiones del Estado en Cataluña. Moncloa creará una comisión de seguimiento que dependerá directamente de la Oficina Económica del Presidente. Servirá, señaló, para que de forma trimestral pueda obtener una diáfana y exhaustiva radiografía sobre el avance en la ejecución de las inversiones y la planificación de nuevos proyectos de futuro.

Posteriormente, en un almuerzo privado con el presidente de la Generalitat, José Montilla, y ante las quejas de éste, Zapatero empeño su palabra en que los presupuestos del Estado para 2008 destinarán a Cataluña el 18,8% de las inversiones totales del Estado, tal como fija el Estatuto catalán. Un porcentaje que representa el peso de Cataluña respecto al Producto Interior Bruto del conjunto de España.

Entre los proyectos anunciados por el presidente, algunas novedades. Informó de que el AVE llegará, por fin, a Barcelona el 21 de diciembre lo que, precisó, solucionará de paso algunas de las deficiencias en el servicio de Cercanías de Renfe. Respecto al aeropuerto, el Gobierno adelantará a septiembre de este año los 500 millones de euros para la construcción de un edificio satélite a la nueva Terminal Sur. Una infraestructura prevista en principio para 2010.

8.000 millones de inversión

Zapatero desgranó en su comparecencia informativa gran cantidad de cifras sobre el esfuerzo inversor en Cataluña. 50 millones para el puerto de Barcelona, 600 millones para la red de carreteras, 3.000 millones para El Prat y otros 600 millones para la liberalización de peajes de las autopistas. En total, cerca de 8.000 millones de euros que evidencian, aseguró, la preocupación del Gobierno español para "no hipotecar" el crecimiento económico y "dinamismo" empresarial de Cataluña del que, comentó, se siente "muy orgulloso". "El ritmo inversor se perdió en el pasado. Cataluña tiene un crecimiento económico fuerte y se necesita que vaya acompañado de inversiones. Soy consciente de las necesidades", agregó.

La retahíla de inversiones que enumeró Zapatero estuvo acompañada por constantes mensajes de solidaridad hacia los barceloneses por los problemas que padecen últimamente, como las averías en Renfe o el gran apagón de la pasada semana. Al presidente le preguntaron si comprende el "hastío y cabreo" de los catalanes, lo que le sirvió para abordar directamente la crisis del apagón. No se anduvo con rodeos y advirtió de que si del informe que elaborará la Comisión Nacional de la Energía se desprenden responsabilidades para el Gobierno central, tomará medidas. Entre ellas, un cambio en la legislación para que las empresas eléctricas cumplan sus compromisos inversores e incrementen la calidad del servicio que prestan. "Las eléctricas", declaró, "tienen que cumplir los plazos, los requerimientos y las obligaciones en esta materia". "El apagón es un grave incidente que se puede producir, pero no así el tiempo en recuperar el suministro. Esto no es aceptable", avisó.

Con este elocuente pragmatismo, el presidente del Gobierno se comprometió, asimismo, a dar un "ritmo razonable" al desarrollo del Estatuto, pero dando prioridad al traspaso de aquellas competencias que redunden directamente en la ciudadanía. "La velocidad que tendremos en cuenta no es la mediática, sino la de la percepción social de los cambios", apuntaron fuentes de Moncloa.

Intereses electorales

Aquí radica la cuestión: que la ciudadanía perciba las mejoras. Y pronto, porque las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y Cataluña es el principal caladero de votos para los socialistas: le da una ventaja de casi un millón respecto al Partido Popular y 15 diputados más.

En el marco de esta estrategia para recuperar el prestigio maltrecho, Moncloa publicitará trimestralmente los informes que elaborará la comisión de seguimiento de las inversiones en Cataluña. "Será un elemento de objetivación y de que, realmente, existe un esfuerzo de inversión para mejorar la situación", añadieron las mismas fuentes, y desmentir con ello informes como los de la Cámara de Comercio de Barcelona, que el martes pasado responsabilizó directamente del apagón a la Administración central y a las eléctricas, además de criticar el ritmo de las inversiones en Cataluña.

Moncloa expresó su satisfacción por el viaje porque, apuntaron, permitió visualizar el "empeño" del Ejecutivo central con el crecimiento de Cataluña. No menos contentos salieron los dirigentes socialistas catalanes, entre ellos el presidente de la Generalitat, José Montilla, que almorzó durante más de dos horas con Zapatero. Sobre todo porque, comentaron fuentes de Presidencia, Montilla arrancó del presidente su compromiso personal para el cumplimiento estricto del Estatuto, principalmente en materia inversora y las promesas "no son nada desdeñables".

Pese a ello, el presidente catalán no escondió ante Zapatero su malestar por la falta de concreción de las inversiones en Cataluña que recojerán los presupuestos generales, ya que distintos ministros y dirigentes socialistas han difundido cifras distintas estos meses. En este sentido, Montilla exigió "cuentas claras" y avisó a Zapatero de que "mirará con lupa" los presupuestos, informaron fuentes gubernamentales.

Ni Presidencia de la Generalitat ni Moncloa obviaron la incidencia que para los objetivos electorales socialistas tuvo la visita de ayer, en un momento de creciente crítica ciudadana hacia la clase política. No obstante, los socialistas confían en su victoria no sólo por el cumplimiento de estos compromisos, sino por, apuntaron, la "deriva derechista" del Partido Popular.

Zapatero y Montilla pasan revista a una formación de los Mossos d'Esquadra a la entrada del Palau de la Generalitat.
Zapatero y Montilla pasan revista a una formación de los Mossos d'Esquadra a la entrada del Palau de la Generalitat.MARCEL·LÍ SÀENZ

LAS PROMESAS ANUNCIADAS

500 millones para la construcción de un edificio satélite a la nueva Terminal Sur del aeropuerto de El Prat. La inversión, prevista para 2010, se adelanta a septiembre.

600 millones para el rescate de peajes en las autopistas.

Creación de una comisión de seguimiento de las inversiones del Estado en Cataluña que dependerá de la Oficina Económica de Moncloa.

Llegada del AVE a Barcelona el 21 de diciembre.

Cumplimiento estricto de que los presupuestos generales para 2008 destinarán el 18,8% de la inversión total en infraestructuras en Cataluña.

Desarrollo a un "ritmo razonable" del Estatuto, dando prioridad a las competencias que redunden directamente en los ciudadanos.

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