Un incendio se aproxima al parque nacional de Garajonay

Más de cien personas construían anoche un enorme cinturón sin vegetación de 50 metros de ancho y dos kilómetros de longitud para impedir que las llamas afectaran el parque nacional de Garajonay, declarado por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad. La caída de las temperaturas y la entrada de los vientos alisios eran dos factores fundamentales que anoche hacían albergar esperanzas de una pronta extinción del fuego en la isla de La Gomera, reconoció el presidente insular, Casimiro Curbelo.

El fuego se inició en Vallehermoso a primeras horas de la tarde y ascendió barrancos y laderas hasta los caseríos de Chipude, El Cercado y Manantiales, donde las llamas resultaron tan voraces que desataron el pánico entre los más de 200 vecinos, 60 de los cuales fueron desalojados ante la cercanía del fuego a las casas. La lengua de fuego de 1,5 kilómetros de ancho, pasó esta zona y se acercaba al atardecer a Garajonay. La labor continuada de más de 100 efectivos contraincendios, apoyados desde el aire por cuatro helicópteros (un quinto se averió en Tenerife), unido a la mejoría de las condiciones meteorológicas, hacían anoche albergar esperanzas de controlar el fuego, indicó Curbelo. Durante la noche, efectivos del consorcio insular, del parque nacional, de la Cruz Roja y la Guardia Civil, más varias cuadrillas de voluntarios, vigilaban que el fuego no llegara a Garajonay.

Casimiro Curbelo agradeció la ayuda llegada desde islas cercanas, como El Hierro, La Palma y Tenerife, aunque aprovechó para hacer su reclamación histórica de tener en algún lugar de la isla una zona de repostaje de combustible para helicópteros, dado que ayer las naves tenían que volar durante más de 30 minutos al aeropuerto del sur de Tenerife para llenar sus depósitos después de cada descarga de agua.

Simultáneamente, más de 150 efectivos combatían otro fuego en el centro geográfico de la isla de Gran Canaria. En este caso, la dificultad de combatir las llamas está en lo inaccesible de muchos tramos del frente, que avanzaba hacia los pinares de la reserva natural de Inagua. Anoche ya había quemado unas 20 hectáreas de pino y monte bajo. Otros cuatros helicópteros y más de 140 efectivos hacían guardia en distintas zonas para evitar el avance de las llamas.