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La ONU pide socorro por el éxodo iraquí

Ángeles Espinosa

La Conferencia sobre los Refugiados Iraquíes que ayer se celebró en Ammán fue un grito de socorro a la comunidad internacional. Su conclusión de que la solución pasa por el regreso a Irak no deja de ser una quimera. Cerca de 50.000 iraquíes siguen huyendo de su país cada mes a causa de la violencia, según la ONU. La mayoría termina en los vecinos Siria y Jordania, que, con unos dos millones de acogidos, se encuentran al borde de su capacidad. Frente a esa situación, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, aún no ha logrado reunir los 90 millones de euros que ha pedido este año para asistirles, y EE UU apenas ha recibido a 133 de los 7.000 iraquíes que se había comprometido a aceptar antes de octubre.

La Conferencia Internacional de Ammán concluye que la solución pasa por el regreso a casa de los desplazados
La comunidad internacional sólo ha aportado 50 de los 90 millones de euros de ayuda prometida a Naciones Unidas
Cerca de 50.000 personas huyen del país árabe cada mes como consecuencia de la inacabable ola de violencia
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Desde la invasión de Irak en 2003, casi 4,5 millones de iraquíes han abandonado sus hogares a causa de la violencia. Unos dos millones han encontrado refugio dentro de su propio país, sobre todo en el hasta ahora relativamente tranquilo norte kurdo. Pero otros casi 2,5 millones han cruzado las fronteras con los países vecinos. Jordania acoge a 750.000; Siria, a 1,4 millones, según las últimas cifras de la ONU; y Egipto y Líbano, a entre 140.000 y 200.000 entre los dos (la cifra inferior corresponde al último informe de ACNUR, a finales de 2006; la mayor, a las estimaciones de las ONG). La ONU lo considera el mayor desplazamiento de población en Oriente Próximo desde 1948, cuando la creación de Israel echó de sus casas a cientos de miles de palestinos.

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El sentimiento generalizado en Ammán era que la comunidad internacional ha dejado en la estacada a los iraquíes. El viceministro iraquí de Exteriores, Mohamed Haji Hmud, criticó a los países que "les niegan la entrada" y pidió a los que les acogen que "les faciliten permisos de residencia y les abran sus escuelas y servicios médicos". Sin embargo, los principales receptores, Siria y Jordania, están al borde de su capacidad. El anuncio de Hmud de que el Gobierno de Bagdad destinaría 18 millones de euros a los desplazados, "de los que se responsabiliza totalmente", despertó el escepticismo, dado que Irak ya hizo una promesa similar en abril y además la cantidad es mínima.

"Los 750.000 iraquíes que hemos recibido han puesto nuestras infraestructuras al límite y aumentado el riesgo de violencia", manifestó el secretario general del Ministerio del Interior jordano, Mujeimar Abu Yamus. Jordania, que tiene 5,6 millones de habitantes y escasos recursos, estima en 730 millones de euros el gasto extra anual que le suponen los refugiados.

Aunque el reino acoge a numerosos iraquíes desde la guerra de 1991, la avalancha que se ha producido desde 2006 y el temor a un contagio de la violencia le han llevado a endurecer sus normas de residencia y a establecer férreos controles de seguridad. Sólo una pequeña parte de los niños iraquíes con permisos de residencia pueden acudir a las ya saturadas escuelas públicas.

En el caso de Siria, los 1,4 millones de iraquíes que ha acogido equivalen a un 14% de su población y, según la ONU, sigue recibiendo 2.000 refugiados diarios, de los que 30.000 al mes terminan quedándose. A pesar de que permite la asistencia de los niños iraquíes a sus escuelas públicas, sólo 32.000 de los cientos de miles refugiados están escolarizados. Simplemente, no hay espacio para todos y los responsables sirios están volviendo al doble turno que intentaban eliminar. Una presión similar afronta su sistema sanitario.

"Estados Unidos, en tanto que fuerza ocupante y cuya política ha creado esta situación, debería asumir sus responsabilidades facilitando un apoyo serio a los Gobiernos de los países de acogida", reclamó el jefe de la delegación siria, el embajador Milad Attieh.

En sorprendente contraste con la magnitud del problema, EE UU se comprometió en septiembre del año pasado a acoger a 7.000 iraquíes en un año. Pero en los nueve meses que han transcurrido, sólo 133 han logrado pasar sus exhaustivas medidas de seguridad. ACNUR, que apenas ha recibido 50 de los 90 millones de euros que este año ha pedido para asistir a los refugiados iraquíes, espera reasentar en terceros países a un total de 20.000 iraquíes en 2007.

"La respuesta de la comunidad internacional debe ir más allá de aceptar un número simbólico de refugiados de Irak", concluyó Malcolm Smart, jefe del Programa para Oriente Próximo y el Norte de África de Amnistía Internacional.

Hassan Kadim, de 23 años, yace en la cama de un hospital de Bagdad rodeado de sus familiares tras sufrir ayer un atentado suicida.
Hassan Kadim, de 23 años, yace en la cama de un hospital de Bagdad rodeado de sus familiares tras sufrir ayer un atentado suicida.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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