Los socialistas navarros tratan de preservar la paz interna antes de hablar con UPN

Antes de afrontar una eventual relación política con Unión del Pueblo Navarro (UPN), la dirección del Partido Socialista de Navarra (PSN) trata de preservar la paz en sus filas. Desde la ruptura de negociaciones con Nafarroa Bai (NaBai), las aguas del PSN han empezado a moverse, con el argumento de que la actual dirección, encabezada por el secretario general, Carlos Chivite, y el candidato a la presidencia del Gobierno, Fernando Puras, tenían la autorización del comité regional para intentar un pacto con los nacionalistas. Un grupo de miembros de ese comité regional ha emprendido la tarea de recoger firmas para que, de nuevo, se convoque ese máximo órgano de dirección para pedir cuentas a ambos y, además, insistir en que la negociación debe ser con NaBai.

Lo cierto es que la dirección socialista recordó ayer de inmediato que no es necesario ningún movimiento reivindicativo en ese terreno porque está previsto. El secretario general, Carlos Chivite, anunció el pasado lunes la panoplia de actividades internas destinada a explicar lo que ha ocurrido con NaBai, así como la intención de escuchar de la organización su opinión sobre las perspectivas de futuro. Las reuniones terminarán el lunes y, entonces, se convocará ese comité regional que deberá autorizar el diálogo con UPN. El secretario de Organización de los socialistas navarros, Samuel Caro, aseguró ayer, con la mirada puesta en los miembros del comité regional que piden explicaciones, que no se negociará nada con UPN sin el respaldo del comité regional.

Encrucijada

Precisamente, Carlos Chivite y el candidato Fernando Puras han querido hacer este debate interno, conscientes de la dificultad enorme que tiene su partido para establecer relaciones con UPN. Si lo hace será por "responsabilidad", aunque las dificultades aumentan porque en el PSN observan desde UPN y el PP "una actitud arrogante", según interlocutores de la dirección socialista. En el entorno de esa dirección se reconoce sin ambages que el partido "vive una encrucijada", toda vez que junto al sector vivamente partidario de pactar con NaBai se une otro mayoritario, que llaman "socialista navarro y español clásico", o "muy PSOE", que no puede asumir un acuerdo, por acción u omisión, con la derecha navarra, después de casi tres años de "hostigamiento y descalificaciones terribles", señalan interlocutores de la dirección navarra.

Así las cosas, estos interlocutores reconocen que la organización está en una "encrucijada". Ahora bien, Chivite asegura que los socialistas navarros nunca "han sido un problema para la sociedad", y tampoco en esta ocasión, asegura animoso. En esta línea, da por seguro que "los compañeros" que muestran signos de disidencia tendrán la "responsabilidad" necesaria para no perjudicar la "posición negociadora". Si el 18 de agosto no hay presidente, habrá elecciones.