Tahúres amaestrados
Eric Roth es uno de los mejores guionistas de Hollywood. Los libretos de películas como Forrest Gump, El dilema, Munich y El buen pastor le avalan. Hubo un tiempo en el que Curtis Hanson, sobre todo tras las magníficas L. A. Confidencial y Jóvenes prodigiosos, estaba en la lista de directores americanos más reconocidos. Pero a veces la conjunción de talentos no lleva al triunfo y ambos acaban de parir la decepcionante e insípida Lucky you, drama de aire clásico ambientado en Las Vegas alrededor, cómo no, del mundo del póquer.
La película se inicia con un prólogo escrito de forma excelente, donde una simple conversación en una casa de empeños redondea la esencia de todo un personaje. Sin embargo, estamos ante un destello que sólo se repetirá en una partida de cartas, de apenas cinco minutos, jugada entre un padre y un hijo en una vulgar cafetería. De hecho, esa rivalidad cargada de dolor y el gran trabajo del veterano Robert Duvall son lo único destacable en una película demasiado limpia y amable.
LUCKY YOU
Dirección: Curtis Hanson. Intérpretes: Eric Bana, Drew Barrymore, Robert Duvall, Debra Messing. Género: drama. EE UU, 2007. Duración: 124 minutos.
Una historia en la que el papel de Drew Barrymore parece recién salido de una de sus comedietas románticas, y en la que nunca llega a entenderse qué demonios hace un crápula como el interpretado por Eric Bana con una chica con tan poco atractivo físico (Barrymore nunca estuvo tan fea) y mental. Puede que los tiempos hayan cambiado, que las series mundiales de póquer, Las Vegas, los vividores y las mujeres fatales ya no sean como los de antes; que todo sea mucho más amigable, familiar y decoroso. Pero si realmente es así, el tema ha perdido su negrura, su interés cinematográfico.
Babelia
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