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Reportaje:PATRIMONIO

Odyssey pide más tiempo

La compañía solicita al juez una moratoria para informar sobre el tesoro hallado en el Atlántico

Las esperanzas españolas de saber si el tesoro que la empresa estadounidense Odyssey encontró el pasado mayo es español se desvanecieron ayer. Al menos por el momento. La compañía, con sede en Tampa (Florida) y puntera en la investigación de pecios submarinos, solicitó el pasado viernes a un juez de Florida una prórroga hasta el 6 de agosto en el plazo que vencía ayer para dar información a las autoridades españolas sobre el pecio hallado, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro.

Por esta razón, la vista que tenía que celebrarse ayer fue aplazada hasta que el juez decida si concede o no la moratoria. Según Odyssey, la petición de la prórroga se debe a la "inesperada detención de uno de sus buques, el Ocean Alert, el pasado 12 de julio". Los asesores jurídicos del Ministerio de Cultura, en cambio, presentarán un informe al juez para oponerse a esta medida, al considerar que la empresa tuvo suficiente tiempo para informar. Durante la intervención, a 3,5 millas (unos seis kilómetros y medio) de Gibraltar, la Guardia Civil confiscó el ordenador portátil del abogado de Odyssey. Según la empresa, el ordenador contenía varios documentos que formaban parte de la información que se le iba a dar al juez. "Hasta la fecha aún no hemos recuperado el portátil", señala Odyssey.

"Nuestro equipo ha trabajado en las respuestas que se le iban a dar a los abogados de España en los tres pecios encontrados por Odyssey que han sido reclamados", explicó un portavoz de la empresa. "Desafortunadamente, el apresamiento del Alert y el bloqueo de nuestro otro barco, el Odyssey Explorer, no nos han permitido seguir con el trabajo".

En mayo de 2007, Odyssey anunció el hallazgo del que se cree que puede ser uno de los mayores tesoros encontrados hasta ahora en un barco hundido. Los portavoces de la compañía dijeron que había sido encontrado en un lugar indeterminado del Atlántico y enviado legalmente a Estados Unidos por razones de seguridad. No añadieron mucho más, tan sólo que se trataba de un pecio de la época colonial hallado en aguas internacionales, fuera de la jurisdicción de cualquier país. Las investigaciones de la Guardia Civil pudieron determinar poco después que el pecio fue extraído en un lugar cercano a las costas del Algarve, frente a la playa de Faro, en aguas internacionales.

España sospecha que el tesoro podría ser español por el área en el que fue extraído y porque en noviembre de 2006 recibió la invitación de Odyssey para trabajar conjuntamente en la investigación de varios pecios españoles hundidos en esa zona. A la reunión acudieron el cofundador de la compañía, su abogado José Luis Goñi y Elisa Cabo por parte del Ministerio de Cultura. El departamento que dirigía entonces la ex ministra Carmen Calvo rechazó la oferta.

Según fuentes del ministerio, España desestimó la oferta de Odyssey porque las leyes sobre patrimonio histórico no permiten comerciar con aquello que se recupera del fondo del mar. La empresa sigue normalmente dos modelos para negociar con los países a los que ayuda a recuperar sus tesoros. El primero es quedarse con una parte de la carga, es decir, la mitad de las monedas u otros objetos de valor con los que podrán comerciar después. El otro modelo es un acuerdo económico que consiste en recibir una suma de dinero equivalente a una parte de la carga hallada. De esta forma, el Estado interesado podría quedarse con todos los objetos del pecio rescatado. Esta segunda forma de acuerdo podría haber permitido una negociación con España sin violar la Ley de Patrimonio Histórico. Aun así, fuentes del Ministerio de Cultura dijeron ayer que "España no negocia con cazatesoros".

Ante las sospechas de que el pecio encontrado por Odyssey sea patrimonio nacional, el Gobierno español presentó una acción civil en Estados Unidos en la que exige derechos sobre los últimos tres pecios que Odyssey ha reclamado ante el tribunal de Florida. Estos tres hallazgos han sido hechos en distintos puntos del mundo. España ha reclamado derechos sobre los tres, por si uno de ellos fuera el encontrado frente al Algarve.

Greg Stemm y Tom Dettweiler, de Odyssey, examinan una de las monedas recuperadas del llamado <i>Cisne Negro</i>.
Greg Stemm y Tom Dettweiler, de Odyssey, examinan una de las monedas recuperadas del llamado Cisne Negro.EFE

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