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El plan general de Vigo recortará el proyecto de gran parque comercial ideado por ING

Las viviendas ya no serán expropiadas, aunque el monte de Cabral puede ser urbanizable

La revisión del plan general de urbanismo de Vigo incluirá una modificación de la ficha de Liñeiriños, donde la promotora ING Real Estate Develoment Spain Holding prevé construir el mayor parque comercial de Galicia con una inversión de 341 millones de euros. Al menos las viviendas ya no serán expropiadas, como figuraba en el plan general. Otras decisiones quedan condicionadas a las explicaciones de Consultora Galega, su redactora, en relación con la tipología asignada a ese ámbito, donde ya se descartó instalar industrias limpias por su impacto ambiental.

En el plan general de Vigo, la ficha de Liñeiriños señala, como objetivos de planeamiento y criterios de ordenación, el acomodo de "un centro de atractividad a escala de la eurorregión Galicia-Norte de Portugal, que pueda garantizar la construcción de un gran complejo terciario" por las excelentes conexiones del emplazamiento, próximo al aeropuerto y atravesado por la autopista Rande-Baiona que ahí funciona como cinturón de circunvalación de Vigo, asociado a otras carreteras. "Dado el carácter estratégico de esta previsión, que desde el primer momento se vio como cardinal para la futura ordenación de Vigo, se entiende que el sistema de ejecución debe ser directo (expropiación)", añade la ficha.

La nueva concejala de Urbanismo, Carmela Silva, confiesa no entender ese tratamiento prioritario, sobre todo por el aislamiento del ámbito con respecto a otras zonas más urbanas. "En otros lugares también se produce una confluencia análoga de vías de comunicación y no por eso se les depara un planeamiento con expropiación", aduce. "Además, es un bosque muy hermoso y un pulmón para la ciudad".

Para empezar, en una visita cursada en la última semana al barrio, el alcalde, Abel Caballero, y ella se comprometieron a atender la petición de los vecinos en relación con las anunciadas expropiaciones. No serán expropiadas las 120 familias que habitan las 58 casas del ámbito, sobre algunas de las cuales ya hay compromisos de venta involuntarios, suscritos bajo la amenaza de expropiación.

Los compromisos de venta, con todo, tienen mucho mayor alcance. De hecho, los ejecutivos de IGN aseguraban en marzo del año pasado tener amarrada la compra de 500.000 metros cuadrados "con el mayor propietario" (la comunidad de montes de Cabral) y proponían "cerrar tantos acuerdos de compra de terreno como sea posible" antes de la aprobación del plan general de urbanismo, que a la sazón se fechaba previsiblemente para finales de 2006. ING proyectaba comprar 1,4 millones de metros por 114 millones de euros.

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Nadie en el barrio, salvo quizá Luis Rodríguez, presidente de la comunidad de montes y de la asociación de vecinos, conoce el volumen de las ventas comprometidas.La mayoría del vecindario, salvadas las casas, no se opone a urbanizar ese monte, lo que sin duda generaría unos suculentos ingresos para la comunidad. Pero la operación de ING estaba supeditada a la aprobación del plan general en la fecha indicada, aunque fuentes de la inmobiliaria señalaron recientemente a este periódico que no había variado sus planes pese a la demora en la citada aprobación. Los cambios en la ficha de Liñeiriños, sin embargo, dependiendo de su alcance, sí que podrían tener un efecto inhibidor sobre el proyecto.

El plan de negocio de ING contempla una inversión total de 341 millones de euros y la previsión de obtener 73,5 millones de beneficio. El objetivo de la inmobiliaria es construir 854.953 metros cuadrados -el equivalente a más de 8.500 viviendas de 100 metros- en un retail park, un parque comercial, el primero de Galicia, donde se asentarían grandes superficies comerciales de marcas reconocidas, así como en zonas residenciales y un hotel.

En el Ayuntamiento, "las principales personas que toman decisiones, incluida la [anterior] alcaldesa, quedaron gratamente sorprendidos del trabajo y diseño presentados, mostrando su pleno apoyo a nuestro proyecto", comunicaron en marzo pasado los ejecutivos españoles de la inmobiliaria a su central en Holanda, que bendijo la operación, gestionada en Vigo por su "proveedor de oportunidades" Pedro Costas Gil, empresario vinculado al PP.

Un proyecto para instalar industrias limpias en la misma zona ya fracasó por su impacto ambiental

Los terrenos de Liñeiriños en los que ING prevé construir el único parque empresarial de Galicia ya fueron expropiados para instalar en ellos un polígono de industrias limpias promovido por la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento del Suelo (Sepes), que años después, en 1996, reclamó la restitución del precio pagado "por imposibilidad material de cumplir el fin" a causa de su impacto ambiental.

El proyecto se inició en 1988 con la firma de un convenio del Ayuntamiento y la Sepes. Dos años después comenzó la expropiación forzosa de 376.000 metros cuadrados de la comunidad de montes, por los que la Sepes pagó 232 millones de pesetas, para instalar "industria limpia, no peligrosa ni contaminante".

La operación tuvo una gestión paralela a la expropiación de terrenos para construir el actual Instituto Ferial de Vigo (Ifevi), que sí alcanzó puerto, aunque no sin litigios para afianzar los pagos, cuyo último plazo deberá liquidar el Ayuntamiento en este mismo año.

El proyecto de la Sepes encalló en el medio ambiente. La sociedad estatal instó al Ayuntamiento, en 1996, la restitución del precio pagado aduciendo que no podía cumplir su objetivo "como consecuencia del resultado del estudio de impacto medio-ambiental, unido al plan de actuación urbanística, que desaconseja la intervención programada por entender que la materialización del proyecto podría alterar el equilibrio ecológico de la zona, al haberse detectado la existencia de manantiales que abastecen de agua a barrios limítrofes, así como la localización de masas arbóreas autóctonas cuya conservación se estima aconsejable".

La comunidad de montes tuvo que devolver lo cobrado. El bosque autóctono y los manantiales son los mismos. Los vecinos ecológicamente más sensibilizados dicen que los manantiales no sólo abastecen a los barrios, sino que también, aunque no sea tan ostensible, aportan el caudal principal del río Lagares. Los proyectos urbanísticos de ING deberán de tener en cuenta esos extremos, sobre los que habrán podido prevenir a la inmobiliaria Corina Porro, José Manuel Figueroa y Santiago Domínguez, que ya eran concejales de la corporación que aprobó, en 1999, la reversión del convenio que justificó las expropiaciones y su pago.

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