Fujimori, el último samurái
En relación al ex presidente Alberto Fujimori, la Corte Suprema chilena ha denegado en primera instancia nada menos que 12 peticiones de extradición: 10 relacionadas con delitos de corrupción y dos causas de violaciones contra los derechos humanos. Y desde el "arresto domiciliario" en su mansión situada entre los cerros de Santiago, Fujimori sonríe y se declara "el último samurái" ante el electorado nipón.
Como motivación, Orlando Álvarez, el magistrado que firma la causa, destacó que "no está debidamente demostrada en estos autos la participación de Alberto Fujimori Fujimori". Pues bien, aunque la decisión sobre la participación material o intelectual compete al tribunal peruano que lleva la causa, es sorprendente la duda del juez chileno por dos motivos. En primer lugar, resulta que desde junio de 2004 el ex mandatario se encuentra encausado penalmente como único imputado en dos casos de violaciones de derechos humanos, los casos de Barrios Altos y La Cantuta.
En segundo lugar, estos dos casos han sido además llevados ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta misma Corte declaró la existencia de una "política de Estado" basada en una práctica sistemática de violaciones de los derechos humanos, favorecida por la "situación generalizada de impunidad propiciada y tolerada por el Gobierno de entonces , que neutralizaba en la práctica el control político y judicial sobre sus actos". Entre aquéllos destacan, por ejemplo, la desaparición forzada y muerte de 19 jóvenes de los barrios pobres limeños, varios de ellos menores de edad, como consecuencia de la negligencia del Estado. Así como la desaparición forzada, tortura y ejecución arbitraria de un profesor y nueve estudiantes de la Universidad Nacional de Educación, conocida como La Cantuta, que fue objeto de una operación realizada de forma encubierta por un dispositivo militar "con el conocimiento y poderes superiores de los servicios de inteligencia y del mismo presidente de la República de entonces", en palabras de la Corte.
Después de dos sentencias firmes y condenatorias contra el Estado de Perú por parte de la Corte Interamericana, y después de dos autos judiciales dictados por la Sala Penal Especial peruana donde Fujimori consta como único imputado, dudo que la participación de Fujimori no esté suficientemente demostrada.
Es de esperar que la Sala Especial chilena resuelva en el único sentido posible: el de la protección de las víctimas de crímenes contra la humanidad, que han sufrido y todavía sufren las consecuencias de los actos, no de un samurái, sino de una tortuga ninja que se esconde en el caparazón de impunidad que le otorga el paso del tiempo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.