Ford pide ayudas públicas para garantizar el futuro de la planta
Ford envió ayer un aviso a los gobiernos central y autonómico para garantizar que la planta de Almussafes permanecerá abierta. "El apoyo de las autoridades nacionales y regionales", declaró John Fleming, presidente de la compañía en Europa, "es importante para eliminar la incertidumbre sobre el futuro de Valencia". "Ello requerirá mejora de costes", siguió, que permitan incrementar "la competitividad de la planta".
El guante lanzado por Fleming fue recogido por ambos ejecutivos. Una portavoz de la Consejería de Industria y Comercio aseguró que la Generalitat "estará siempre al lado de Ford", "nunca le ha fallado ni le fallará". Si no han existido contactos todavía, añadió, se debe, en parte, al periodo de aclimatación del nuevo equipo de la consejería tras la reorganización del Consell. El Ministerio de Industria ratificó por su parte lo declarado por su titular, Joan Clos, cuando visitó la planta a finales de mayo: El Gobierno ayudará a la multinacional (en el terreno de I+D+i), y a todo el entorno de Almussafes en materia de costes de transportes, siempre que Ford ofrezca garantías sobre su permanencia con nuevas inversiones de productos.
La intervención de Fleming tuvo lugar a la salida de la reunión que mantuvo en Colonia con representantes de UGT de la planta valenciana. El portavoz del comité de empresa, controlado por ese sindicato, Gonzalo Pino, fue el primero en emitir una moderada señal de alarma. El intento de UGT por concretar en el encuentro en la ciudad alemana el plan de inversiones de la multinacional para Almussafes, que vendrían a cubrir el vacío dejado por la retirada de los modelos Ka y Fiesta, y cuya incógnita se mantiene desde hace un año y medio, "no se ha producido", señaló en un comunicado. El sindicalista aseguró haber recibido de la multinacional el mensaje de que sus directivos están a la espera de que se concrete la "implicación" de las administraciones en el acuerdo.
Sin rebajas de salarios
"Nuestra intención", dijo Fleming "es reunirnos de nuevo para concluir un acuerdo final después de las vacaciones de verano de la planta de Valencia". El directivo habló de la necesidad de "mejorar costes" y concedió avances "considerables" en la negociación con los trabajadores para adjudicar nuevos productos a la planta.
El compromiso de aumentar la carga de trabajo ha sido la condición previa sostenida por el sindicato para que los gobiernos dispongan ayudas. El portavoz del comité de empresa, que también se refirió a "avances muy positivos" en las conversaciones, fijó lo que son de momento sus líneas rojas: "Disposición a hablar de mayor flexibilidad a favor de continuar siendo una planta competitiva", sin que, en ningún caso, se acepten "rebajas en los salarios ni crecimientos por debajo del IPC, como ha planteado Ford".
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