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El juez pide el testimonio de Patterson para decidir si devuelve la colección de arte a Perú

Lima reclama 31 de las 1.100 piezas que trajo a Santiago el supuesto traficante en 1997

El titular del Juzgado nº 2 de Santiago ha abierto un período de alegaciones para decidir si atiende el requerimiento de la Sala de lo Penal nº 33 de Lima y devuelve las piezas de una colección única de arte precolombino que reclama la Justicia peruana. El juez decano de Santiago, Javier Míguez, ha pedido informes al abogado del Estado y al Fiscal especializado en la defensa del Patrimonio Histórico, Antonio Roma, y quiere escuchar además las explicaciones del supuesto propietario de las obras, Leonard Patterson, y del titular de la empresa de mudanzas.

La comisión rogatoria enviada por Lima reclama 31 objetos -de los más de 1.100 que se exhibieron en la exposición El espíritu de la América prehispana: 3.000 años de cultura organizada por el Ayuntamiento de Santiago- por entender que esas piezas proceden del expolio de yacimientos arqueológicos. Los objetos de la muestra se encuentran en un almacén de Santiago, dentro de una cámara acorazada con especiales condiciones de humedad y temperatura, desde hace una década, bajo custodia de una empresa de mudanzas.

Según algunas fuentes, el juez ya ha conseguido contactar con Patterson, en paradero desconocido y buscado por la policiía, o con su representante legal. El letrado también investiga el procedimiento que permitió sacar de Perú todo ese legado para introducirlo en España y montar una exposición. Otra de las incógnitas que tiene sobre la mesa es la de si ya entonces (hace 10 años, cuando se realizó una doble muestra, primero en el Auditorio de Galicia y luego en el Museo do Pobo Galego) se reconoció la propiedad de la colección a Patterson.

Fuentes próximas al caso han confirmado a EL PAÍS que fue el propio Ministerio de Cultura el que, en el año 1996, expidió un permiso para introducir las figuras y objetos de la muestra en España, que habría caducado semanas después de que se clausurase la segunda exposición. Durante el tiempo que duró la muestra en el Museo do Pobo Galego, en un recinto expositivo más pequeño que el del Auditorio de Galicia, la Consellería de Cultura contrató el servicio de guardamuebles (para las piezas que no tenían cabida) a Mudanzas Boquete. Este departamento de la Xunta pagó las facturas del almacenaje hasta que se clausuró la exhibición. Entonces, Patterson optó por guardar en la misma cámara todas las piezas, y Boquete ya no volvió a cobrar.

La Sala de lo Penal nº 33 de Lima se ha comprometido por escrito a abonar la cuenta que reclama a la empresa de mudanzas. La factura de la custodia de las obras de arte -que, según fuentes de la investigación, puede superar los 250.000 euros- sigue a nombre del presunto traficante de arte, quien a pesar de haber mantenido contactos con la empresa nunca pagó.

Fuentes de la Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía no descartan que más países americanos sigan el ejemplo de Perú y tramiten nuevas comisiones rogatorias solicitando la devolución de otros objetos -muchos de ellos piezas únicas de la cultura mesoamericana- que están valorados en más de 70 millones.

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La conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, señaló ayer que la solución del caso le corresponde a los jueces, a los que ofreció colaboración. Bugallo recordó que fue un técnico de la consellería quien localizó las piezas hace unos meses.

Pieza olmeca de un hombre-felino-serpiente, de la colección de Patterson.
Pieza olmeca de un hombre-felino-serpiente, de la colección de Patterson.

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