Seat planea fabricar en el extranjero parte de los coches para exportar más

Seat tiene nuevos proyectos sobre la mesa para solucionar su problema de ventas y rentabilidad. La filial española de Volkswagen se plantea producir a medio plazo parte de algunos coches fuera de España -baraja emplazamientos en Suramérica y el Magreb- para ahorrar aranceles y sortear el encarecimiento del euro. En definitiva, Seat quiere aumentar las exportaciones y, de paso, producir 800.000 unidades en 2018, casi el doble que ahora.

El primer objetivo de Seat es optimizar la planta de Martorell con la fabricación de unos 500.000 vehículos al año, algo que espera lograr en 2009, y aún no tiene decidido cuándo puede comenzar a producir parte de los coches fuera de España. Se trata de llevar una parte de la producción más cerca los mercados donde se quiere vender. "Esto ya se hizo en su día: coches fabricados en Seat se desensamblaban y luego se ensamblaban en China por razones legislativas y de importación. Y lo hicimos también en Egipto con el 133, y con el Córdoba", explicó Ramón Paredes, vicepresidente de recursos humanos de Seat.

Lo que la compañía persigue con esta medida es incrementar las matriculaciones de sus vehículos fuera de España y, por ende, mejorar la rentabilidad de esas ventas: un coche montado paga aranceles más caros para entrar en determinados países que un paquete de componentes sueltos.

Por ello, un equipo de la compañía está trabajando con tres posibilidades. Una de ellas es la de producir todas las partes del automóvil en la planta catalana de Martorell y ensamblarlas en el área de destino de las ventas. En la jerga del sector se conoce como régimen CKD (Complete Knock Down); la segunda vía es producir la mayor parte del coche en la planta española y acabar otra parte en el país extranjero, donde se acaba de ensamblar el conjunto (SKD).

La tercera vía consiste en producir todo el vehículo en el extranjero.

En función de la demanda

En ambos casos, aunque el vehículo no se ensamble en su totalidad en Martorell, contribuye a aumentar la producción de la fábrica. "No es una utopía que Seat pueda producir 800.000 coches, la mayor parte en España, pero también en otras fábricas que el consorcio Volkswagen tiene en el resto del mundo, en función de donde vaya creciendo la demanda de los mercados", apunta Paredes.

Utopía o no, este objetivo de fabricar 800.000 vehículos se contempla en el horizonte de 2018. El presidente de Seat, Erich Schmitt, anunció hace unos días en la presentación internacional del todoterreno Altea Freetrack, una "lluvia incesante" de nuevos modelos hasta 2018, cuando finaliza el plan estratégico a largo plazo diseñado por Volkswagen para rentabilizar la marca y alcanzar los 800.000 vehículos.

En el futuro, la filial española de Volkswagen tampoco descarta comenzar a producir un utilitario asequible (del segmento del extinto Seat Marbella) para aprovechar el boom que los automóviles de bajo coste están teniendo en algunos mercados. Varias marcas europeas tienen planes parecidos.

Más a corto plazo, la compañía espera alcanzar una producción de unos 410.000 coches en 2008 y de hasta 500.000 en 2009. Ese será también el año del lanzamiento de dos nuevos modelos, una berlina de clase media y su versión familiar, que se sumarán al nuevo Ibiza y a la nueva versión 4x4 del Altea XL, el Freetrack. Después de 2009, la compañía baraja la posibilidad de lanzar un todoterreno de uso urbano.

Seat quiere sanear su situación económica en 2008 y estabilizar los mercados de España, Portugal, Italia, Francia y Reino Unido. El nuevo presidente Volkswagen, Martin Winterkorn, ha formulado un ultimátum a la filial española: tiene dos años para dar un vuelco a su situación y abandonar las pérdidas, ser líder de ventas en España, aumentar los volúmenes y recortar los costes.

Para remontar la velocidad de crucero en las ventas, la compañía automovilística también ha decidido relevar al director de Seat España, José Mas Teixidor, y sustituirlo por Pere Catena, de 45 años, gerente de mercado exterior de Seat desde 1998. Pero el proceso tiene que ir paso a paso. El grupo Volkswagen se situó como líder del mercado automovilístico europeo en el primer semestre, al comercializar 846.887 unidades, un 3,5% menos. Las entregas de Seat bajaron algo menos, un 1,7%, con un total de 204.522 unidades.