Zapatero llega hoy a México para firmar una alianza estratégica

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero voló anoche a México y esto es ya noticia, porque desde su gira por Venezuela y Colombia, en marzo de 2005, no había vuelto a América Latina más que para asistir a la Cumbre Iberoamericana del pasado noviembre, en Montevideo. Hoy retomará el diálogo bilateral sobre el terreno con el país prioritario para España en la región. Zapatero y su homólogo mexicano, Felipe Calderón, rubricarán la asociación estratégica entre España y México.

El objetivo de la visita es esencialmente retórico, ya que se trata, sobre todo, de poner de manifiesto el interés de estas relaciones y la importancia que les asigna Zapatero. México destaca con luz propia en el cuarteto prioritario para la política iberoamericana de España, integrado también por Argentina, Brasil y Chile. Las inversiones españolas en el país azteca sumaron 15.315 millones de euros entre enero de 2000 y diciembre de 2005. El comercio hispano-mexicano alcanzó en 2006 un máximo histórico cercano a los 6.000 millones de euros, que triplica los intercambios hispano-argentinos. Los negocios mexicanos son esenciales para las grandes empresas españolas, entre ellas Telefónica y el BBVA, y fuente relevante de sus beneficios.

Además, la diplomacia española destaca a México como el socio más fiable y estable en su región, pese a las turbulencias políticas que acompañaron la elección de Calderón. El propio presidente mexicano dio por superada aquella etapa cuando estuvo en Madrid el pasado enero y los hechos demuestran cada día que Andrés Manuel López Obrador, el candidato que se autoproclamó presidente tras cuestionar los resultados electorales, ha quedado en el ostracismo. Zapatero reconoció desde un principio el triunfo de Calderón, que en enero, con ocasión de su primera visita oficial a España, le invitó a realizar el viaje que inicia hoy.

Será la segunda vez que el jefe del Ejecutivo visite oficialmente el país azteca, lo que no es poco para un líder que, fuera del marco europeo, sólo ha viajado por motivos bilaterales a seis países latinoamericanos, uno africano, Senegal, y otro asiático, India, donde permaneció poco más de medio día porque decidió regresar a España para ocuparse del accidente de metro registrado en Valencia hace ahora un año. La polémica sobre la política antiterrorista, motivo de la cancelación a última hora de un viaje oficial a Japón programado para el pasado enero, y las amenazas crecientes de ETA han contribuido a reducir a mínimos la agenda internacional del presidente.

Zapatero inició, sin embargo, la legislatura con mucha actividad exterior y uno de los primeros países que visitó fue México. En mayo de 2004, se reunió con el entonces presidente, Vicente Fox, que mantuvo una estrecha relación con el Gobierno de José María Aznar hasta que la campaña de éste en apoyo a la invasión de Irak puso las relaciones en crisis. Zapatero restableció el tono con Fox por encima de las divergencias ideológicas y ahora lo mantiene con su sucesor.

La agenda que compartirá hasta la mañana del martes con Calderón incluye dos encuentros empresariales y gira en torno a la firma del Acuerdo de Asociación Estratégica, un marco ya establecido con Chile, Argentina y Brasil, que prevé encuentros periódicos incluso entre los líderes. Por lo demás, no hay problemas que requieran ser negociados. La cooperación antiterrorista funciona a la perfección, como demuestra la reciente detención en México y entrega inmediata a España del presunto etarra Antonio Aspiazu.

El martes por la tarde, Zapatero hará una breve escala en Panamá, para interesarse por los planes de ampliación del canal, un proyecto de más de 5.000 millones de dólares que puede dar trabajo a las constructoras españolas.

[El movimiento político del ex candidato presidencial mexicano Andrés Manuel López Obrador afirmó ayer que Zapatero "no es bienvenido en México", informó Efe. A través del secretario de Relaciones Internacionales, Gustavo Iruegas, el llamado "Gobierno Legítimo" que encabeza López Obrador aseguró que la visita oficial constituye "un peldaño más en una escalada de agravios que [Zapatero] ha hecho al pueblo" mexicano.]