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PSOE y NaBai excluyen crear un vínculo "político" de Navarra con el País Vasco

Socialistas, nacionalistas e IU alcanzan un acuerdo de gobierno pero discrepan sobre el reparto de carteras

Anabel Díez

Mes y medio de negociaciones, decenas de horas de discusión, situaciones límite al borde de la ruptura permanente, siete borradores enmendados una y otra vez... han dado su fruto: un acuerdo llamado Bases para la constitución de un Gobierno para el Progreso desde la Convivencia. Lo han firmado Nafarroa Bai (NaBai), PSN-PSOE e Izquierda Unida. Este paso es imprescindible, pero no suficiente para que los negociadores puedan anunciar que gobernarán juntos la comunidad de Navarra. Queda para mañana, lunes, la discusión sobre la representación de cada fuerza en ese futuro Gobierno. Y las posiciones están muy alejadas.

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Pero pase lo que pase, siempre quedarán las bases políticas acordadas por nacionalistas, socialistas e Izquierda Unida. Ninguna de las tres partes renuncia a sus principios políticos, pero se comprometen a no plantearlos en esta legislatura. Lo que hay son las pautas en las que debe fundamentarse el próximo Ejecutivo foral. Y una de ellas es que se mantiene la "legalidad vigente" desde hace treinta años y, por tanto, la posibilidad constitucional y estatutaria de preguntar a los navarros, mediante referéndum, si desean su vinculación al País Vasco.

Cualquier reforma de la Ley del Amejoramiento, es decir, de la ley navarra que actúa como Estatuto, deberá "garantizar y mejorar la estabilidad y fortalecimiento institucional de Navarra". La reforma "sustancial" del Amejoramiento será sometida a la "aprobación por referéndum de la ciudadanía navarra", señala el texto de bases aprobado. De nuevo, se marca lo que ya existe.

Los negociadores, para llegar a un punto común, han excluido de estas bases de gobierno sus postulados propios. Lo que no quiere decir que NaBai renuncie a sus objetivos máximos de vinculación con el País Vasco. Ni que el PSN renuncie a su firme rechazo a la celebración de un referéndum, si llegara a plantearse. Los socialistas han dejado muy claro que defenderían el "no" a la consulta de unión o anexión a la Comunidad Autónoma Vasca. Pero lo que vale para los tres partidos es lo firmado, y a eso se atendrán si, finalmente, hay acuerdo de gobierno.

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Muchas redacciones ha tenido el apartado de relaciones con otras comunidades autónomas, especialmente con Euskadi. Se fomentará la cooperación con todas las comunidades, especialmente con las limítrofes, incluida la Comunidad Autónoma Vasca, desde el recíproco respeto y reconocimiento, en materias concretas que puedan resultar de mutuo interés. Para ello podrán contar con instrumentos de seguimiento y coordinación "que no dispongan ni puedan alcanzar carácter político".

Colaboración y cooperación, pero Navarra mantiene intocable su identidad. Al menos, así se traduce de la literalidad de la definición que han hecho los negociadores. "Navarra constituye una Comunidad Foral, con estatus jurídico-político propio y diferenciado, basado en lo político en la Constitución y el Amejoramiento y en lo económico en el Convenio Económico con el Estado". Se reitera lo que ya existe.

Otro asunto que hizo encallar las conversaciones una y otra vez fue la situación del euskera, cuya regulación se estableció en 1986. Se tendrá en cuenta "la realidad sociolingüística de la ciudadanía" para adaptar la ley. Es decir, se saltará la raya actual que divide a Navarra lingüísticamente en tres zonas, vascohablante, mixta y castellana, para tener en cuenta los cambios sociales. "Puro sentido común", según los negociadores.

Lo cierto es que tanto la identidad de Navarra como el euskera no ocupan ni uno de los siete folios de los que consta este pacto. El acuerdo dedica su mayor parte al compromiso de realizar políticas sociales, de infraestructuras y de mejora de la Administración autonómica. Sus principios inspiradores son "el respeto al modelo institucional y a legalidad vigente"; a la relación con el Estado; al reconocimiento de la "diversidad y la pluralidad" y a la "convivencia" como marco para "la integración de la diferencia".

El rechazo rotundo al terrorismo es uno de estos principios. Se condena al terrorismo de forma "explícita", así como "toda forma de expresión de violencia, apostando por la paz, la convivencia y la defensa de los derechos humanos". Este programa es para cuatro años, y enseguida surge la pregunta. ¿NaBai planteará entonces sus reivindicaciones para la próxima legislatura? El socialista Fernando Puras suele responder: "No pido que los nacionalistas renieguen de sus posiciones, pero sí trataré de convencerles en estos cuatros años de que lo que plantean no es adecuado para Navarra".

El líder del PSN, Fernando Puras (a la izquierda), y el de Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta, se saludan al inicio de una reunión.
El líder del PSN, Fernando Puras (a la izquierda), y el de Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta, se saludan al inicio de una reunión.EFE

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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